El bloqueo político y la falta de acuerdo ha protagonizado hoy el duro editorial de Ángels Barceló en el arranque de Hoy por hoy. Han llovido dardos para todos, aunque el peor parado ha sido Albert Rivera, líder de Ciudadanos, al que ha acusado de una “ambición desmesurada” que le ha llevado a olvidar “a la gente que le había votado”.

El presidente de Ciudadanos, según Barceló, “se vio tocando Moncloa con la punta de los dedos”, gracias a las encuestas que vaticinaban, una y otra vez, la fuerza electoral de Ciudadanos antes de la moción de censura que llevó al PSOE al Gobierno.

Fruto de estos sondeos, Albert Rivera cerró la puerta a pactar con Pedro Sánchez, con lo que “traición casi todo lo que llevaba escrito en su programa”. Al final, lo único que consiguió, según la periodista, fue “apuntalar al Partido Popular a cambio de unos pocos cargos autonómicos”.

“Ni va a tocar Moncloa y es más que posible que nunca sea alternativa a los populares. También Rivera solo pensó en Rivera y se olvidó de la gente que le había votado”, sentencia Barceló.

Bloqueo político de Unidas Podemos y PSOE

Tampoco faltan las críticas a Unidas Podemos y PSOE, que “no se ponen de acuerdo, incapaces de entender el mandato de los ciudadanos”. “Pedro Sánchez siempre quiso gobernar en solitario, pero Unidas Podemos antepuso siempre su hambre de Consejo de Ministros, aparcando el interés común. Se olvidó de las necesidades sociales, sacrificadas por la cuota de poder”, critica Barceló, que señala a Iglesias que pactar un programa sin cargo a cambio “no puede ser nunca una humillación”. “Si antepones los cargos a la sociedad, la sociedad te importa un bledo”, añade.

Pactar programas, defiende la periodista, es necesario porque “se traduce en beneficios para la sociedad, esta es la contrapartida importante”. Incluso pone de ejemplo los pactos con los nacionalistas para ilustrar que en España sí hay “experiencia en la negociación”. “Los nacionalistas habían ayudado históricamente a la estabilidad del estado. ¿A cambio de qué? Pues a cambio de conseguir contrapartidas en materia de legislación, financiación o inversiones, que al final revierte en la gente”, señala.