Colas de personas de horas de espera para salir de Gibraltar hacia España. Foto: Marcos Moreno



El Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a sacar a la palestra el conflicto con Gibraltar. En concreto, España ha anunciado que en vez de relajar los controles en La Verja -que han provocado largas colas para entrar o salir de Gibraltar desde el verano para desesperación de los trabajadores de la zona-, el Gobierno español se ha mostrado dispuesto a endurecerlos.

El pretexto de Rajoy
Como pretexto, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se escuda en que “la cooperación de las autoridades locales gibraltareñas, lejos de mejorar, parece estar sufriendo un retroceso”. Unas declaraciones que coinciden con el plazo de seis meses que la Comisión Europea otorgó a Madrid y Gibraltar para mejorar su colaboración en la lucha contra el contrabando de tabaco y se evitasen aglomeraciones innecesarias en La Verja. 

Gibraltar ante las recomendaciones de la UE
En todo este tiempo, Gibraltar se ha afanado en cumplir con todas las recomendaciones recibidas en su día por la Comisión Europea. Así, entre otras medidas, ha dado más poder a las autoridades locales para combatir el contrabando, ha mejorado las infraestructuras fronterizas (incluyendo un equipo telemático que permite elaborar perfiles de riego), ha reducido el número de cajetillas que puede adquirir cada individuo (introduciendo el delito de “posesión de cantidades comerciales de tabaco” a todo aquel que lleve consigo más de 10 cartones), y ha prohibido la venta de tabaco en zonas residenciales y más allá del horario que va comprendido entre las 8 y las 22 horas.

Protesta de Gibraltar
“Lo cierto es que, después de seis meses, el Gobierno de Gibraltar prácticamente ha concluido el trabajo en base a las recomendaciones recibidas por parte de la Comisión Europea, mientras que el Gobierno español apenas lo ha iniciado. Lo único que ha ocurrido es que se han filtrado unos diagramas de los cambios estructurales planificados para la zona de la frontera”, lamentan desde el Gobierno de Gibraltar.

Desesperación de los trabajadores
Las autoridades gibraltareñas están convencidas que “si España hubiese puesto en práctica las recomendaciones al respecto del tipo de comprobaciones a realizar, ya se habría apreciado una mejora en el tráfico fronterizo”. Por el contrario, y para desesperación de los trabajadores de la zona del Campo de Gibraltar, el Gobierno de Mariano Rajoy únicamente parece centrado en anunciar mejoras infraestructurales -como la supuesta creación de una macro aduana en la Verja con seis carriles de entrada hacía el Peñón-, que en el mejor de los casos no vería la luz hasta el año 2015.

Infraestructuras sin más
Desde Gibraltar están convencidos de que dichas mejoras de las infraestructuras no cambiarán nada por sí solas a menos que vayan acompañadas de un cambio en la naturaleza y la intensidad de los controles españoles. Lo cierto y verdad es que  los registros, que desde Reino Unido siguen calificando de “desproporcionados y políticamente motivados”, continúan causando grandes dificultades al pueblo de Gibraltar así como a los ciudadanos del lado español, tal y como ha denunciado recientemente el secretario de Estado británico para Europa, David Lidington. 

Motivaciones políticas
El hecho de que el Gobierno de Gibraltar haya atendido todas las recomendaciones realizadas por los inspectores europeos en materia de lucha contra el contrabando, mientras que  España se haya centrado básicamente en anunciar un proyecto para mejorar la fluidez de la frontera en 2015, se observa con gran preocupación entre los trabajadores de La Línea y del resto del Campo de Gibraltar.

La estrategia de Rajoy
Una estrategia, la del Gobierno de Mariano Rajoy, que según fuentes consultadas por este periódico podría estar motivada en el deseo de debilitar al Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en beneficio de su rival en las urnas Daniel Feethan, quien podría tener mayor conexión con los populares.

La realidad de la zona
Una estrategia que choca frontalmente con la de los socialistas andaluces, convencidos de la necesidad de promover medidas de apoyo e impulso a la reactivación económica de la zona del Campo de Gibraltar. Todo ello teniendo en cuenta que la colonia británica es un destino turístico importante que atrae anualmente a muchos visitantes -lo que repercute directamente en el ámbito económico-, y que cerca de 10.000 de los trabajadores en el Peñón son transfronterizos.

Los trabajadores pagan un “conflicto político”
Sin ir más lejos, la presidenta de Andalucía, Susana Díez, ha anunciado que remitirá una serie de “recomendaciones” a José Manuel García-Margallo para poner fin al “calvario” de las colas Gibraltar” y sobre todo, “para que esos 7.000 trabajadores del Campo de Gibraltar no paguen un conflicto político”. Entre las “recomendaciones” que hará, Díez ha avanzado que planteará que los controles se hagan “acorde” con los horarios de los trabajadores y que no se les exija que entren andando para evitar las colas.