Tras la radiografía de la tesis doctoral de Pedro Sánchez, verificada por dos programas profesionales de la universidad, el presidente del Gobierno se enfrenta a una nueva polémica relativa a presuntos plagios. Según publica el diario El País, Sánchez y el economista Carlos Ocaña copiaron 454 palabras del discurso de un diplomático español en su libro La nueva diplomacia de la economía española, escrito en 2013. Concretamente, el autor plagiado sería Manuel Cacho, actual embajador en Australia.

Cabe destacar que este plagio se correspondería con el libro, no con la tesis doctoral. El libro tiene 229 páginas, de las cuales se plagiaron 454 palabras. El País asegura que en el libro hay 18 páginas con pasajes de fuentes ajenas sin citar, y con respecto al discurso de Cacho, se plagiaron varios fragmentos de ocho párrafos. En total, estaríamos hablando de cuatro páginas, de la 62 a la 66.

El País informa que Cacho desconocía el asunto y que no dio permiso, mientras desde Moncloa argumentan que se trata de “un error involuntario” y “los coautores únicamente pueden lamentar este hecho y comprometer su subsanación en el más breve plazo”. Por su parte, Ocaña, quien fuera jefe de gabinete del exministro de Industria Miguel Sebastián, no ha querido hacer declaraciones.

En un comunicado remitido a EFE el pasado 13 de septiembre, Ocaña sí que se pronunció, pero para negar cualquier autoría de la tesis de Sánchez, ya fuera total o parcial.

Asimismo, El País también asegura que el libro copia “un discurso en el pleno del Congreso del entonces ministro Miguel Sebastián; una respuesta parlamentaria; un informe del Ministerio de Economía; un teletipo de agencia de un acto oficial y un comunicado de prensa del Consejo de Ministros”. A este respecto, Moncloa argumenta que “está todo en orden” porque “está permitida la utilización de iniciativas y documentos de carácter parlamentario, que son de uso público” y no generan derechos de autor.

Entretanto, el Partido Popular se ha valido de su mayoría absoluta en el Senado para forzar al presidente del Gobierno a comparecer para explicar su tesis, a pesar de que dos programas profesionales certificaron que no incurrió en plagio alguno y por tanto su tesis es válida.