Corría el mes de septiembre de 2009. Aún ningún español había oído la palabra escrache. Pero los cachorros del 'pepé' en Galicia tuvieron la idea. Estamos enfadados, vamos a la casa de quien nos enfada para hacernos oír. Y se consideraron con el derecho de hacerlo. Y así se plantaron ante la casa de Manuel Vázquez, entonces secretario general del PSdeG-PSOE, pancartas, gritos y presión incluidas.
 

Concentración ante la casa de 'Pachi' Vázquez. Foto El Progreso

 

 


Concentración "con el mayor de los respetos
El diario El Progreso de Lugo recogió 'la noticia'. Fuera porque no estaba de moda 'lo' del escrache, o porque el aparato mediático del PP no se puso entonces en marcha al no ser sus políticos los afectados, poca reacción mayor encontró la noticia. El periodista de El Progreso recogía en la nota que "un reducido grupo de personas, miembros de Nuevas Generaciones (NN.GG.) se concentraron ante la casa que posee en el municipio ourensano de San Amaro el secretario general del PSdeG-PSOE, Manuel 'Pachi' Vázquez, para recordar que "Hacienda somos todos" y que, por tanto, también él "debe pagar los impuestos que le requiere el Concello", señalaron".

"El periodista de El Progreso, que a lo que se ve no estaba imbuido del actual rechazo a las protestas populares ante los domicilios particulares, comentó que el acto transcurrió "sin ningún tipo de incidentes y con el mayor de los respetos". La concentración en sí no causaba en este caso mayor alarma.

"No todos los ciudadanos somos iguales"
Y de hecho, en el periódico lucense se recordaba que las juventudes del PP lo que pretendían era sacar a la luz el hecho de que "para el PSOE no todos los ciudadanos somos iguales". Visto desde ahora, la pretensión de las Nuevas Generaciones no deja de sonar irónica: "sus altos cargos (los del PSOE) están por encima de la ley y pueden evadir el pago de impuestos", se leía en la crónica.

Los protagonistas del escrache protestaban porque, según ellos, el líder socialista gallego no pagaba 12.000 euros que debía al Ayuntamiento por haber realizado unas obras en un pazo de su propiedad, lo que no permitía "desbloquear algunos de los proyectos que podría tener paralizados el municipio por falta de financiación".