Las tensiones internas en el Ejecutivo han servido este lunes a los partidos de la oposición para pedir responsabilidades al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y advertir de que se mantendrán férreos en la defensa de sus intereses contra los “condicionantes” impuestos por Unidas Podemos en la reunión por la reforma laboral mantenida por PSOE y Unidas Podemos para evaluar el estado de salud de la coalición.

El líder del PP, Pablo Casado, ha aprovechado su intervención en el XXIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar para advertir de que llegarán hasta el final en las instituciones europeas para que la reforma laboral se mantenga. “Es absolutamente esencial”, ha explicado, añadiendo que la UE exige que cualquier modificación legislativa se materialice “teniendo en cuenta a los empresarios” a través de la mesa de diálogo social. "A tiempo estamos de ir hacia el camino del reformismo, la moderación, el diálogo social de verdad con los que creáis empleo y el camino del consenso con la oposición, autonomías y entidades locales", ha enfatizado.

El presidente de los populares ha vuelto a defender la reforma laboral de Rajoy, definiéndola como el mecanismo que ha permitido la creación de tres millones de empleos en nuestro país y la puesta en marcha de los ERTE en la pandemia. Además, Casado se ha hecho eco del diagnóstico contraproducente para los intereses de la economía nacional realizado por el gobernador del Banco de España -que ha anunciado una revisión a la baja del PIB-, señalando que los PGE que actualmente negocia el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, "nacen muertos". "Lamentablemente las previsiones del Gobierno van a quedar en papel mojado", ha añadido, sentenciando con una condena explícita las "medidas peronistas" y electoralistas "para comprar nuevos votantes” anunciadas por Pedro Sánchez -en referencia al bono joven de 400 euros para gasto en cultura-.

Más exigentes se han mostrado desde Ciudadanos y Vox, que han aprovechado la inhabilitación de Alberto Rodríguez dictaminada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, para exigir dimisiones cruzadas. Según la líder de los naranjas, Inés Arrimadas, el presidente del Gobierno debería reprobar públicamente a la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, por ser tan “sectaria” y arremeter desde su posición de poder contra la Justicia española: "La pregunta es: ¿Cómo ha llegado esta mujer tan sectaria y poco preparada a ser ministra?".

Desde Vox, sin embargo, creen que quien debería dimitir es Meritxell Batet -a pesar de aplaudir la inhabilitación dictaminada por la presidenta de la Cámara Baja- al considerar que es la culpable del “penoso espectáculo” que han protagonizado los socios de coalición estos últimos días. "Si hubiera algo de dignidad política en quienes están en las instituciones, Batet tendría que dimitir por el espectáculo penoso que se produjo a lo largo de la semana pasada", ha manifestado el vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé.

Ciudadanos también arremete contra Casado

La líder de Ciudadanos, sin embargo, no solo ha reprochado la actitud del Ejecutivo y la falta de decoro ante instancias internacionales que se ha vivido en las últimas fechas por el continuo cruce de reproches entre las dos facciones que lideran el Consejo de Ministros, sino que ha exigido un cambio en la hoja de ruta de la oposición a Pablo Casado que pase por la altura de Estado y no por el intercambio de sillones que desde la formación naranja observan en la composición de los órganos constitucionales caducados y finalmente renovados -Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos-.

En una carta remitida a ambos líderes, Arrimadas les conmina a una serie de pactos de Estado, en los que incluye a Ciudadanos, sobre los siguientes asuntos: educación, empleo, ciencia e investigación, reforma del sistema eléctrico, natalidad, pensiones, refuerzo del orden constitucional y la regeneración democrática y por la reforma del sistema electoral.

"Que liberales, socialdemócratas y conservadores impulsemos grandes pactos de Estado que son muy necesarios", ha indicado Arrimadas, que ha urgido a los dos grandes partidos del tablero político español a centrarse en las cuestiones “realmente importantes” y alejarse del reparto de sillones tan característico del bipartidismo español.