La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. (Foto: prensa Moncloa)



El ministro de Economía, Luis de Guindos, está crecido tras el fiasco de la Agencia Tributaria con los datos fiscales de la Infanta Cristina. Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, sabe que está tocado, al menos de momento, y es la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la que asume el protagonismo de una reforma de la función pública que en teoría debería ser asumida por el propio Montoro como responsable también de Administraciones Públicas. De hecho, el ministro de Hacienda está pensando en cambiar su hoja de ruta para la reforma fiscal tras la irrupción de Soraya.

Acuerdo europeo
Luis de Guindos ha vuelto a España esta pasada semana con el compromiso europeo de estudiar la retroactividad del rescate directo a la banca con dinero europeo. Eso supondría que en 2014 se suavizaría la cifra de deuda pública (todo o parte del rescate dejaría de contar estadísticamente como deuda española), lo cual beneficiaría de forma indirecta a su compañero de Gobierno, Cristóbal Montoro, encargado de mantener a raya el déficit público. El acuerdo de los ministros del eurogrupo ha coincidido en el tiempo con el fiasco de los datos de inmuebles que según la Agencia Tributaria estaban a nombre de la hija del Rey y que los notarios y los registradores dicen que nunca fue así.

Error en el peor momento
La ausencia de explicaciones convincentes por parte de Montoro ha llevado a Luis de Guindos a hacer valer su posición, menos política que la de su compañero, pero que él cree que a veces es poco reconocida. Cristóbal Montoro forma parte de ese núcleo duro de militantes importantes del PP que han servido siempre de escudo a Mariano Rajoy, lo que le da una cierta seguridad en el cargo. Pero eso no quiere decir que no pague las meteduras de pata de su departamento. Un error como el cometido con los datos fiscales de la Infanta Cristina, justo en plena campaña de declaración del Impuesto sobre la Renta (IRPF) hace mucho más daño que el beneficio que le haya podido hacer a la Agencia Tributaria la imputación del jugador del Barcelona Leo Messi.

Soraya presenta el libro
No es casualidad, según fuentes del PP, que fuera Soraya Sáenz de Santamaría quien presentara el libro sobre la reforma de la administración tras el último Consejo de Ministros. Tampoco pasó desapercibida la frase de que el documento es fruto “de la casa”, un “trabajo interno del Gobierno”, sin necesidad de “encargarlo fuera”. ¿A qué se refería la vicepresidenta? ¿Por qué asumió el protagonismo? Para empezar, ya es vicepresidenta también de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos. Es amiga personal del jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, partidario de cocinar los proyectos legislativos sin salir de los muros de Presidencia. Y además ha asumido las competencias de los antiguos ministros de Presidencia, que eran los encargados de la función pública.

Todo por el déficit
Cada vez parece más claro que el papel de Cristóbal Montoro y el de su fiel colaborador, el secretario de Estado Antonio Beteta, se circunscribe a cuidar de que las comunidades autónomas y los ayuntamientos cumplan con los objetivos de déficit marcados por Europa. Nadie duda en el PP de que será Montoro quien encabece la delegación del Gobierno central que negociará con los gobiernos autonómicos, incluidos los del PP, el objetivo asimétrico de déficit. Pero la reforma estrella de esta legislatura, la de las administraciones públicas, no le dará rédito político, porque se lo ha apropiado Soraya Sáenz de Santamaría.

Cambio de hoja de ruta
Es tan precaria la situación de Montoro, que se está pensando de forma muy seria cambiar su método para la reforma fiscal comprometida para 2014. El ministro de Hacienda, amigo de Fátima Báñez, titular de Empleo y Seguridad Social, recogió la idea del comité de expertos y anunció que nombraría uno para que le dé ideas para el cambio de impuestos. Ahora, tras el aviso de Soraya Sáenz de Santamaría, que ha presentado la reforma de la Administración como un trabajo interno del Gobierno, Cristóbal Montoro se plantea incluso renunciar al famoso comité y presentar un proyecto consensuado con el amigo de la vicepresidenta Álvaro Nadal.