El 25 de noviembre de 2.010, cuando aún era Presidente de la CEOE, y ante la previsible calificación de sus conductas como deshonestas y delictivas, enjaulaba as Díaz Ferrán en el zoológico de SInLaVeniA, y escribía:

“Entre los animales “racionales” que habitan en el territorio nacional se encuentra un ejemplar único en su especie, afortunadamente en fase de extinción, llamado Gerardo Díaz Ferrán, más conocido con el nombre vulgar de “empresario sin empresas”.  Le he reservado una jaula especial, que espero ocupe para el resto de sus días a partir del próximo mes de enero, cuando sea sustituido como presidente de la CEOE.

Él solito, sin despeinarse ni ponerse colorado, ha sido capaz en un solo año de liquidarse a su grupo empresarial: Seguros Mercurio, Air Comet y Viajes Marsans; engrosando con ello las listas del paro, a donde han ido a parar, valga la redundancia, todos sus trabajadores.

Lo que muchos desconocen es que con la extinción de los contratos laborales  los despedidos cobrarán parte de sus indemnizaciones del Fondo de Garantía Salarial, cuyas aportaciones las realizan todos los currantes de este país a través de las empresas en las que desarrollan su actividad laboral; y que los pufos de Seguros Mercurio deberá afrontarlos el Consorcio de Compensación de Seguros, que también se nutre de aportaciones que realizamos todos cuando abonamos las primas de los seguros   que tenemos contratados. Es decir que entre todos pagamos las consecuencias de los desmanes de  este nefasto gestor empresarial.

Lo curioso, patético e inconcebible  es que Don Gerardo sigue ocupando en estos momentos la Presidencia de la CEOE, ante la temeraria pasividad de los empresarios de este país, que se han convertido en encubridores de sus desatinos al obviar cualquier crítica pública a sus negligentes actuaciones, las que,  a poco que los jueces se esmeren en su trabajo, pueden convertirse en fraudulentas, con las implicaciones penales que ello puede conllevar.

Gerardo Díaz Ferrán, admirador de la política neoliberal defendida por Esperanza Aguirre, y que tan “buenos” resultados ha obtenido en Irlanda, ha sido uno de los principales responsables del fracaso del pacto social, actuando como submarino del PP en las negociaciones con los sindicatos,   con el único objetivo que éstas se malograsen; realizando con ello el trabajo sucio a los conservadores.

Ya había olvidado, por encontrarse en retirada, a este desagradable personaje, cuando hace unas horas le escuché quejándose de no haber sido invitado a la reunión que Zapatero tendrá el próximo sábado con representantes de 37 grandes empresas de este país.  Si lo que quiere es acudir para aportar “sus ideas y recetas” para salir de la crisis, mejor que no vaya. Aquí, en una jaula y bajo llave, dejará de hacer daño a los demás.”

Han pasado más de dos años, y Díaz Ferrán ya se encuentra detenido y a disposición judicial por delitos que podrían acarrearle una pena de 16 años de prisión. ¿La justicia es lenta? Depende. Durante estos dos últimos dos años hubo tiempo para acusar, juzgar, condenar e inhabilitar al Juez Garzón por haber tenido la osadía de investigar la corrupción masiva del PP. Lo que está por saber es si el Fiscal se atreverá a pedirle prisión provisional y sin fianza; el escándalo está servido si queda en libertad, y causaría alarma social, por lo que hemos de confiar que quienes deban decidir estén a la altura de las circunstancias. Es evidente que estamos rodeados de delincuentes con mucho poder, y aún no hemos descubierto todos los que lo son, por activa o por pasiva.

Fernando de Silva es abogado y autor del blog SInLaVeniA