Partida reiniciada. Todo lo anterior no vale. El presidente del Gobierno ha sacudido el tablero político mientras España, con paracetamol y agua, sobrellevaba a tientas la dura resaca fruto de un 28 de mayo que auguraba un cambio de ciclo en el país. En Génova se veían en la Moncloa hasta bien entrado este lunes, pero Pedro Sánchez ha eclipsado los festejos en el cuartel general conservador con un adelanto electoral que ni el más avezado de los analistas patrios supo ver. “Una jugada maestra”. En estos términos se han referido al movimiento táctico del secretario general del PSOE en el centro de mando avanzado de los socialistas en Ferraz. Maniobra de ajedrecista que pone en jaque no sólo a un PP que ahora guarda el champán restante de anoche, sino que también pone en peligro la partida para las formaciones a su izquierda.

En fueros socialistas y monclovitas se asumía una derrota en el medio plazo. Ferraz fue un velatorio. La alegría del principio de la jornada se fue consumiendo a medida que el conteo avanzaba, adoptando la forma de una vieja pesadilla del PSOE, prácticamente desconocida durante la era Sánchez. De repente, los socialistas se enfrentaban a poco más de seis meses de desgaste frente a una derecha amenazante en un terreno político enfangado. Sin embargo, de entre la maleza asomó el propio presidente del Gobierno, entonando un mea culpa en forma de adelanto electoral. El 23 de julio, España decidirá si hay o no cambio de ciclo.

Movimiento arriesgado, a primera vista, pero que podría facilitar la supervivencia de un PSOE que agonizaría del éxito de estos cuatro años acostumbrados al caviar del Palacio de la Moncloa. Sin embargo, lo que en un primer momento sonaba a huida hacia adelante -así lo intentan explicar desde el flanco derecho del arco parlamentario-, a medida que amaina el efecto de la resaca y resurge a trompicones la lucidez, se percibe un golpe de timón propio de un gran estratega.

Es así como se ha vivido en Ferraz estas últimas horas. De la oscuridad y desasosiego, a alzar las persianas para que un tenue rayo de luz de otra jornada gris ilumine las estancias socialistas. Voces autorizadas de la Ejecutiva Federal, que ha sufrido un ligero retraso por la declaración institucional de Sánchez, asumen el movimiento como una “jugada maestra” del secretario general y cerrando filas indefectiblemente en torno a su idea. Un escenario que ha recibido la aprobación unánime de la cúpula, sustentado por once motivos.

Por 11 razones

La foto de Génova 13 queda aplacada. De no convocar elecciones, la imagen de la celebración en la sede nacional del Partido Popular dominaría el relato político en los próximos días. Esa imagen, que escenifica el triunfo incontestable del PP en las elecciones municipales queda antigua. La noticia ya no es la victoria de los ‘populares’, sino la convocatoria electoral.

Frena una posible rebelión interna. En plena campaña electoral y jugándose el gobierno de España, los barones más críticos con Sánchez no podrán elevar el tono contra el presidente del Gobierno y candidato a las elecciones del próximo mes de julio. Emiliano García-Page, Javier Lambán o Guillermo Fernández Vara tendrán que posponer sus críticas al presidente del Gobierno.

Para un sinfín de dimisiones y gestoras. Muchos de los alcaldes y presidentes autonómicos que no han revalidado su cargo forman parte de una generación que tras los malos resultados del 28 de mayo entienden que deben dar un paso atrás. La convocatoria electoral pospone su adiós político y pacifica muchas agrupaciones en las que ya se empezaba a hablar de gestoras, dimisiones y luchas internas. La convocatoria electoral obligará a realizar una reflexión sosegada de los resultados y enfriará los ánimos entre la militancia más crítica en las agrupaciones del conjunto del país.

El PSOE logra una reválida. En los territorios donde se ha perdido, la convocatoria electoral inminente supone una especie de segunda vuelta. Obviamente, de ganar el 23 de julio, el PSOE no recuperará el poder en las autonomías, diputaciones y alcaldías perdidas; pero puede insuflar moral entre la militancia y dirigentes locales de cara al futuro y confiar en que como ocurrió en 2011 (cuatro años después, tras el batacazo electoral en las elecciones municipales y autonómicas, el PSOE alcanzó una importantísima cota de poder territorial) se trate de un corto período político.

Voto útil y cuenta atrás para Sumar. En una España que se tiñe políticamente con los colores de PP y Vox, la convocatoria electoral ánima al voto útil al Partido Socialista. Con el adelanto, Sánchez también presiona a Podemos y Yolanda Díaz para que determinen si quieren concurrir conjuntamente a las elecciones generales y dejen a un lado batallas internas que desde el PSOE entienden que han sido letales en territorios como Madrid o Valencia. “O van juntos o separados, pero dejan de centrar el debate político en sus diferencias”, sostiene a ElPLural.com un dirigente de Ferraz que también confía en que el voto útil y un aumento de la participación esta vez sí que podrían beneficiar a Pedro Sánchez.

Iglesias y Podemos, eclipsados. En el PSOE entienden que la convocatoria anticipada de elecciones generales opacará el protagonismo “dañino” de Pablo Iglesias y ministras de Unidas Podemos que según entienden en Ferraz, con sus declaraciones y acciones no hacen más que movilizar al electorado de derechas.

Mala fecha para la derecha. Este argumento puede sonar a cliché, pero en Ferraz están convencidos que la fecha en las que se celebrarán las elecciones generales no es buena para la derecha, puesto que “muchos de sus votantes estarán de vacaciones o en la playa” y al haber castigado ya a Pedro Sánchez en las elecciones autonómicas y municipales, no primarán el votar de nuevo a sus planes estivales.

Frena a Isabel Díaz Ayuso. El adelante electoral apaca el protagonismo de Isabel Díaz Ayuso tras sus excelentes resultados el 28 de mayo. El foco mediático ya no estará en su incontestable victoria, sino en la inminente convocatoria electoral. Desde Ferraz están convencidos que el adelanto electoral trastoca sus planes de liderazgo en el PP nacional. Además, los socialistas tendrán tiempo para pensar su estrategia respecto a la presidenta de la Comunidad de Madrid ya que entienden que la confrontación directa hacía sus personas (como ocurrió el pasado 2 de mayo con los incidentes protagonizados por Félix Bolaños) no hace más que aumentar su base electoral.

Compromete al PP por sus pactos con Vox. Con su convocatoria anticipada, la campaña electoral se producirá entre medias de las negociaciones y pactos a los que en muchos territorios el Partido Popular deberá llegar con Vox. Desde el PSOE entienden que será la constatación de que el Gobierno de Castilla y León no es una excepción “y que muchos gobiernos de España se llenarán de Gallardos (en referencia al vicepresidente Juan García-Gallardo) que provocarán evidente rechazo entre el electorado más moderado.

Desactiva el argumentario de la derecha. Estirar el chicle de Bildu se le puede hacer complicado al Partido Popular, entienden varios barones socialistas consultados por este periódico. Consideran que temas como sus ‘pactos’ con nacionalistas y escándalos como el voto por correo desaparecerán del debate público, dado que, de insistir en ellos, el electorado puede entender que sobreactúan con claras intenciones electoralistas en asuntos muy delicados. Es imposible que el PP movilice aún más a su electorado y eleve el tono. Desde el PSOE consideran que es imposible que el PP eleve aún más el tono. “Es imposible. Están ya sumergidos en el trumpismo” y orientados a movilizar a más electores de derechas. “No hay ni uno de ellos que no haya votado en contra de Sánchez”, explican.