De esa clase de personas que agradece las oportunidades dejando un recado. A Pablo Casado, por brindarle la oportunidad de liderar la candidatura del PP en las elecciones catalanas. Al grupo parlamentario popular, por el apoyo prestado cuando el presidente del PP decidió convertirla en portavoz parlamentaria. A Arcadi Espada, su pareja, por ser su “fuerza y debilidad”. A compañeros de profesión, como Gistau, a quien vio por última vez en una mañana electoral. A su padre, a quien ha dedicado el libro, Políticamente indeseable (Ediciones B), que este lunes presentaba en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. A sus hijas, a quien espera que sirva este relato para que vean qué retos le han llevado tan fervientemente a dedicar su tiempo a la política. A los presentes y los invitados de honor: del PP, únicamente Pilar Marcos; de Ciudadanos, Edmundo Bal; con asiento reservado, Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio.

Acompañada por la escenografía -vestido largo sin mangas y marcada silueta, oscuridad total y su figura alumbrada por un foco que le daba protagonismo a quien no lo necesita y lo obtiene incluso cuando su partido se lo niega-, Álvarez de Toledo ha decidido arrancar la presentación del libro más comentado de las últimas semanas con un discurso de media hora de duración en el que ha reivindicado la felicidad, “que nunca se alcanza del todo, si acaso se roza”; la importancia de las formas, “que perfeccionan la verdad”, el uso de la palabra “sobre la cultura del zasca”; y la libertad del “solista”, que reivindica “un debate libre frente al debate tribal”: “Nadie podrá negar lo mucho que me he divertido”.

“El orgullo de servir a tu país es incomparable. Una felicidad adulta e inconfesable. Es verdad que la política se ha convertido en indeseable en muchos momentos, pero cada paso que se da me reafirma dos conclusiones: la política deseable es posible y solo necesita una cura de humildad”, ha expresado, añadiendo que además del orgullo es necesario protegerlo con pensamiento crítico e inteligencia. Algo que, a su juicio, falta a muchos de los que la han acompañado en el camino -por puro organigrama-.

De un libro en el que expone que Teodoro García Egea, secretario general del PP, adolece de virtudes e imprime una política basada en las pelotas y el peloteo y en el que califica a Pablo Casado como “un veleta” (“hombre de empatías variables. un camaleón sentimental”), la exportavoz dice que está escrito para que el PP gane en las próximas elecciones generales: “Este libro está escrito para que Pablo Casado sea presidente del Gobierno. No es lo mismo llegar a La Moncloa que gobernar, que significa liderar el tablero y hacerse notar. Es necesaria una alternativa. Esa es su obligación, su responsabilidad y la oportunidad que tenemos. El país lo necesita”.

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Una oportunidad que, según Álvarez de Toledo, sí que ha sabido aprovechar Isabel Díaz Ayuso: “Es el activo electoral más fuerte que tiene ahora mismo el centroderecha. Y lo es porque tiene la actitud correcta, con un punto de alegría y optimismo necesario en política. Cuanto antes acaben las filtraciones y los líos será mejor para todos. Isabel Díaz Ayuso tiene mi humilde apoyo, como el de millones de personas que la siguen allá donde va”, ha esgrimido. “Asumió la responsabilidad de defender la libertad frente al confinamiento total de los madrileños. Nos dio la mayor alegría del momento: la alegría liberal del contacto y el reencuentro, el intercambio y el comercio. La vida misma”, ha sentenciado.

La tribuna también ha agradecido con aplausos estas palabras sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que en plena campaña para liderar orgánicamente la mayor delegación del PP libra una batalla fratricida donde ominosas filtraciones ven la luz cada día recién llegadas de los despachos de Génova y la Puerta del Sol. No ha sido el único momento en el que los asistentes a la presentación han expresado con vítores sus similitudes con Álvarez de Toledo: la primera de ellas ha sido cuando la otrora portavoz ha recordado aquel discurso en el que espetó a Pablo Iglesias que era hijo de un miembro del FRAP (“usted es el hijo político de un terrorista. A esa aristocracia es a la que pertenece”), la segunda, cuando Santiago González, invitado de honor, se ha referido a García Egea como “Teodorico” y le ha invitado a revisar qué puede hacer por el PP: “Mientras que Cayetana ayuda con la palabra y los discursos, Teodorico lo hace con su campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna”.

Ambiente festivo para los versos libres

Tras su discurso, han sido tres las personas encargadas de valorar el libro: Mario Vargas Llosa, Andrés Trapiello y Santiago González. Coincidiendo en ideas, todos ellos han reconocido la valentía de la diputada popular, además de señalar que las críticas internas que sacan a la luz sus páginas están realizadas de “una forma positiva y generosa, sin malas artes”: “Sería absurdo que el PP tomara represalias contra ella”, ha señalado el Premio Nobel.

“Nos muestra a una política que duda, a la par que no tiene inseguridad. Esto es lo más emocionante y bello del libro. Vemos a un ser humano abrumado por los problemas que enfrenta. Eso es la política. La solución de los problemas desde el entusiasmo y la actividad”, ha añadido Vargas Llosa.

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Trapiello ha ido un poco más allá, ironizando sobre una posible destitución por parte de la dirección del PP: “No sé cuánto tiempo te dejarán estar en activo en la política, pero este libro desprende que quieres hacerlo. Y así debe ser. Un luchador no es lo mismo que un soldado. A ti te mueve la justicia de una idea”. “Normalmente, los políticos, cuando escriben sus libros, es cuando han fracasado. De esta forma aprovechan para acomodar su pasado a aquello que quieren que sea el futuro. Tú has tenido la valentía de contar lo que ha pasado hace dos minutos, y tus contendientes no han podido desmentir tus críticas”, ha añadido.

Santiago González, por último, ha indicado que fue Álvarez de Toledo quien puso el primer clavo en la tumba política de Pablo Iglesias Turrión con aquel discurso sobre la pertenencia de su padre a una banda terrorista: “El segundo y el tercero se lo pusieron Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio”, ha añadido el periodista, quien no ha dudado en reconocer que ha perdido la fe en Pablo Casado, a quien le concedió el beneficio de la duda cuando puso de portavoz a la escritora homenajeada por sus palabras. “No ha habido nadie igual”, ha sentenciado.

Cambios en los partidos y reagrupación de la derecha

Entre las peticiones que la escritora y diputada ha realizado aprovechando el coloquio han estado la “autonomía del diputado”, que debe protegerse mediante la independencia del voto en cuestiones de conciencia, el mayor peso de las bases del partido para que los partidos no deriven en personalismos, equilibrando así el sistema, y la reagrupación de la derecha en momentos puntuales: “El miércoles tengo un acto con Inés Arrimadas para sumar, sumar y sumar. Hay personas en otros partidos que no sé por qué están en otros partidos. El camino es la reagrupación”.

Sobre si se siente cercana a la extrema derecha, entendiendo que este término hace justicia a las políticas de Vox, Álvarez de Toledo ha optado por espetar que esta definición la firma “la izquierda más reaccionaria y trasnochada”: “Todos los que estamos aquí somos extrema derecha. Bienvenido sea”, ha indicado, ganándose así el apoyo generalizado del anfiteatro.

Por último, la dirigente popular ha explicado que es necesario un cambio: “Cuando Bildu forma parte de la normalidad es que hace falta seguir dando la batalla cultural”. “Nosotros somos los ilustrados y ellos son los pesimistas y destructivos. Hay que reivindicar la felicidad del optimismo. Somos muchos más. Si despejamos el aire y quitamos las telarañas, nos daremos cuenta de que vamos a ganar”, ha sentenciado.