El Partido Popular de Pablo Casado llega al final de su semana grande, la de la Convención Nacional, no en su momento más plácido: importantes polémicas abiertas y una lucha interna palpable. Los actos del cónclave han estado marcados por las incendiarias declaraciones de Aznar o Vargas Llosa, por la visita de Nicolas Sarkozy un día antes de ser condenado a un año de prisión por financiación ilegal de su campaña presidencial y por los sondeos, que vuelven a dejar muestra de las consecuencias de la guerra entre Casado y Ayuso.

Pablo Casado llega a la Plaza de Toros de Valencia, destino final de la Convención, con la mancha imborrable de Isabel Díaz Ayuso, que hace varias semanas anunció su candidatura a presidir el PP de la Comunidad de Madrid y muchos la colocan como la competencia más fuerte de Casado en el liderazgo del partido. Los sondeos también lo señalan, que sitúan a Ayuso por encima de Casado. El liderazgo que ha mostrado la presidenta de la Comunidad de Madrid en los últimos meses ha hecho temblar a Génova y a los barones que apuestan por Casado. Su arrasante victoria el 4 de mayo en las urnas madrileñas todavía le dieron más alas.

Para más inri, Isabel Díaz Ayuso es la figura que probablemente acapare todos los focos en el tramo final de la convención. Ya desató especulaciones y todo tipo de comentarios cuando anunció el polémico viaje institucional a Estados Unidos que le impediría estar presente el día grande, razón por la que finalmente apostó por acortar su estancia internacional para llegar a la Convención.

Según el programa, está previsto que la presidenta participe en la reunión Los gobiernos de la libertad, a las 13:00 horas del sábado, en la que también participarán Dolors Monserrat, Alberto Núñez Feijóo, Juanma Moreno, Fernando López Miras, Alfonso Fernández Mañueco y Juan Vivas. Las miradas estarán centradas, con toda probabilidad, en la lideresa madrileña.

Lecciones a América Latina y ataques a México y al Papa

Una de las grandes sorpresas que se han vivido durante la Convención itinerante ha sido las lecciones que ha impartido uno de los invitados estrellas a América Latina, ya que a su parecer “no se vota bien”. Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en la cuarta jornada del cónclave se dispuso a argumentar que en unas elecciones “no es que haya libertad” en ellas, sino que los ciudadanos “voten bien”.

“Votar bien es algo muy importante y los países que votan mal, como ha ocurrido con algunos países latinoamericanos, lo pagan caro”, argumentaba. Pero Vargas Llosa no es el único que ha indignado con sus palabras, a él se suman Aznar y Ayuso.

Después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid censurara las palabras del Papa Francisco pidiendo perdón a México por los “pecados” que se cometieron en la conquista, el expresidente del Gobierno se sumaba a la polémica. No cree que España deba pedir perdón por los excesos en la conquista de América porque, a su entender, “el indigenismo es el nuevo comunismo”. Claro está que tras esta burla al pueblo mexicano ha recibido el contundente rechazo de México contra su racismo.

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Las alabanzas a Sarkozy que se vuelven en contra

Tan solo un día después de su intervención en la Convención nacional del PP, un tribunal francés declaraba culpable al expresidente galo, Nicolas Sarkozy, por delitos de financiación ilegal en el marco de su campaña electoral a la Presidencia en el año 2012.

El Partido Popular alabó su gestión política y lo puso de ejemplo en un acto del cónclave y Casado no escatimó en palabras de elogio. “Queremos tomar los buenos ejemplos de gestión” de Sarkozy, aseguraba el líder popular, al tiempo que reclamaba a los suyos no separarse “de los principios” del partido: “Cuando somos fieles a los principios, los electores nos lo agradecen”.

El batacazo al PP tras alabar a un condenado por corrupción le llegan mientras el partido está siendo investigado en varias piezas por sus actividades delictivas y corruptas.