Reacción de Francisco Camps y Ricardo Costa al conocer la sentencia exculpatoria para ambos por el 'trajegate'. EFE Reacción de Francisco Camps y Ricardo Costa al conocer la sentencia exculpatoria para ambos por el 'trajegate'. EFE



Francisco Camps sigue empeñado en rehabilitarse políticamente después de que el Tribunal Supremo diera por buena la absolución del tribunal popular por la causa de los trajes. En el PP son mucho más reticentes y no solo porque la imagen pública de Camps quedó hundida en aquel juicio, con frases ya imborrables como el "amiguito del alma" con el que se dirigía al líder de la trama Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez 'El Bigotes'. Y es que en Génova son plenamente conscientes de que la causa Gürtel y la financiación del PPCV sigue abierta, así como el caso Nóos, y amenazan con seguir golpeando la imagen de Camps y de otros pesos pesados del partido en la Comunidad Valenciana.

Aspira a refugiarse en la Eurocámara
Consciente de las dificultades y después de que el PSPV retara a la Genarlitat de Fabra a recuperar a su expresidente si creían en su inocencia, parece que Camps busca otras vías que no pasen por la primera línea ni por la exposición pública en España. Según Vozpopuli, que cita fuentes populares, Camps aspiraría a engrosar las listas del PP para las cercanas elecciones a la Eurocámara.

Mala imagen y heridas con Génova
Además de las dificultades para que Camps reaparezca sin más en una lista electoral de cara a los potenciales votantes, tampoco el expresidente mantiene una buena relación con Génova tras las presiones durante meses de la dirección nacional del PP para que dimitiera. Camps pudo torcer la voluntad de Cospedal y Rajoy durante mucho tiempo, pero finalmente cedió ante las complicaciones judiciales y cuando se encaraban las elecciones generales. El expresidente valenciano presentó su dimisión como un gesto para no perjudicar las aspiraciones de Rajoy a llegar a Moncloa. Precisamente, la buena relación que mantenía con Rajoy -fue su principal y primer sostén en el Congreso interno de su reelección, el de Valencia- puede hacerle albergar alguna esperanza de que saldarán esa deuda de lealtad con él.