La campaña que están llevando a cabo las asociaciones ultracatólicas en España en defensa de la implantación del veto parental continúa amparando los esfuerzos de Vox a nivel regional. La extrema derecha española impone como condición sine qua non su aceptación para que los presupuestos de aquellas autonomías en las que sus votos son indispensables vean la luz.
El binomio conformado por Vox y Hazte Oír es conocido. Líderes de la primera plana del partido han estado vinculados a esta organización presidida por Ignacio Arsuaga. Tanto que el propio Santiago Abascal recibió un premio de los de Arsuaga tiempo atrás. La asociación lleva tiempo intentando penetrar en la educación española, luchando contra el adoctrinamiento de género y de los lobbies LGTBIQ+.
Antes de que Santiago Abascal y su pléyade particular pusieran la medida en el centro del debate, HO ya recogía firmas, marcaba a los colegios que ofrecían charlas inclusivas y realizaba folletos informativos en los que denunciaba supuestas declaraciones de alumnos como “hoy en el cole hemos jugado a ser gais”.
La última estrategia comunicativa ha venido en forma de publicidad en prensa. Los de Arsuaga han hecho un llamamiento pagado en prensa escrita para que todos aquellos padres que aprecien adoctrinamiento en las aulas de sus hijos envíen un Whatsapp a su teléfono denunciando lo sucedido: una especie de recogida de testimonios para restar fuerza al bloqueo que PP y Ciudadanos tratan de hacer alegando que no es un problema que esté siendo expuesto por la sociedad.
Sin embargo, HO se ha encontrado con la respuesta envenenada de la ciudadanía, que se ha movilizado a través de redes sociales para boicotear a la organización y colapsar esta vía comunicativa promocionada por los ultras: “Un profesor de primaria está enseñando juegos eróticos a mis cuatro hijos pequeños en Narnia”, “cuando fui al colegio me dijeron que le comiera el coño a mis compañeras (…) Nunca lo superaré, Pablo Iglesias”, “el actor está practicando algo parecido a la sodomía” o “esto es como cuando intestasteis entrar en Granada con vuestro autobús de mierda” son algunos de los mensajes que han convertido en públicos los internautas.




