Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, atiende a ElPlural.com en las oficinas de su grupo en el Congreso de los Diputados. En este avance de la entrevista realizada por este periódico, comenta la polémica sobre la entrevista a Arnaldo Otegi en TVE, con peticiones de boicot y censura ante las que la cadena pública se plantó.
Según Iñarritu, existe “un cariz inquisitorial” que fomentan “algunos medios y algunos partidos políticos” y que consiguió “criminalizar tanto al entrevistador, a la entrevista y al entrevistado”.
Una visión que choca con lo que, según el diputado de Bildu, se vive cada día en Euskadi, “donde todas las semanas se entrevista a todos los representantes de todas las formaciones políticas y más allá de que no nos guste una respuesta o alguna valoración, no se criminaliza en sí ninguna entrevista”.
“También creo que daba igual lo que dijera Arnaldo Otegi ese día porque al ser una entrevista a él ya se partía con un prejuicio de antemano que iba a ser criminalizado”, señala Iñarritu, quien subraya que el líder de Bildu “defendió los derechos humanos, la no violencia y el respeto y el reconocimiento a todas las víctimas y eso causó una tremenda polémica, yo creo que artificial, en gran parte de los medios del Estado español”.
En contraste, lo compara con otras entrevistas “a responsables de la guerra sucia, diciendo que el GAL tuvo su función; u otra entrevista a un alto mandatario del Estado diciendo que estuvo en su mano volar a la cúpula de ETA, que no lo hizo y que no sabe si acertó”. Y esas visiones “no causan ninguna polémica, pasan desapercibidas en el día a día” mientras que “una entrevista con un compromiso por los Derechos Humanos y la paz, ocho años después de que afortunadamente la violencia desapareciera del contexto político vasco, generan en ciertos sectores del arco mediático y político del arco español una polémica desde mi punto de vista artificial”.
