El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha creado una gran polémica en su estreno en las Cortes. Después de asegurar que el Gobierno de Sánchez pervierte a los niños con la educación sexual en las aulas y cargar contra la ley del aborto “por triturar niños”, ha faltado al respeto a una procuradora socialista en silla de ruedas al referirse a ella “como si fuera una persona como todas las demás”. Todo ello ha sido valorado por el poeta y colaborador de Más Vale Tarde, Benjamín Prado.

“No le voy a tratar con condescendencia, y le voy a responder a sus faltas de respeto como si fuera una persona como todas las demás”, fueron las palabras textuales de Gallardo hacia Noelia Frutos. También afirmaba que “es la izquierda la que inventa con sus leyes de la muerte, de la eutanasia y del aborto a triturar en el vientre de las madres a los niños a los que se detecta tempranamente una discapacidad”.

Ante estas declaraciones, Prado ha sido contundente. “Es una expresión perfecta de lo que es el fascismo, una mezcla de intolerancia, grosería y estupidez”, ha comenzado diciendo. Además, ha señalado que este tipo de comentarios es similar al que dijo este pasado fin de semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el congreso del PP de Madrid: “Es un mensaje que tiene algo que ver con el que lanzó Ayuso hablando de las mujeres que quieren volver solas y borrachas a casa. Son mensajes terribles que degradan a personas y en una democracia no se puede degradar a los ciudadanos”.

Silencio en el PP

Ni Alfonso Fernández Mañueco como líder del Ejecutivo que mantiene con Vox en Castilla y León ni Alberto Núñez Feijóo como líder nacional del PP han evitado censurar las lamentables palabras del vicepresidente ultra. Al margen de que algunos rostros pesados y antiguos de la formación han tirado de las orejas al ultra -como es el caso de Rosa Valdeón-, ni Feijóo ni Mañueco se han atrevido a hacerlo.

Feijóo se ha limitado a calificar de “muy sorprendentes” las declaraciones de García-Gallardo sobre la ley del aborto y la educación sexual de los niños de Castilla y León, pero no ha dicho nada sobre su desprecio a la procuradora con discapacidad. “No voy a hacer de comentarista de un vicepresidente de una comunidad autónoma”, ha afirmado.

Por su parte, Mañueco ha apostado también por el silencio ante las palabras del número dos de su Gobierno. En los pasillos de las Cortes varios medios le han preguntado por las frases Gallardo, pero no ha advertido que haya malestar con la ultraderecha ni con el vicepresidente, aunque tampoco lo ha desmentido: “Yo apoyo al Gobierno de Castilla y León, que para eso soy el presidente”.

Además, tampoco Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, ha querido entrar en profundidad en el tema y solo ha pedido “respeto” a todos. Moreno se enfrenta a unas elecciones el próximo 19 de junio en las que Vox amenaza con meterse en el Gobierno e incluso dar un sorpasso al PP, y estos escándalos en Castilla y León, la primera región en la que Vox ha entrado de pleno en el Gobierno, no le vienen nada bien.