Hay consenso en el Consejo Interterritorial para abordar la desescalada en la hostelería y el ocio nocturno. Y lo hay porque el Gobierno ha pasado de la imposición a la recomendación. Un paso atrás vendido como “escucha activa” a las comunidades autónomas que, sin embargo, supone una rebaja de las pretensiones del ministerio encabezado por Carolina Darias tras las desavenencias pasadas y el duro golpe judicial asestado por la Audiencia Nacional en las últimas fechas.

El nuevo borrador de Sanidad, que se hará efectivo a la mayor brevedad posible, permite la apertura indiscriminada del ocio nocturno, sin límite horario, en aquellas comunidades autónomas que presenten una situación epidemiológica positiva. Al menos eso es lo que consta en el mandato de la Interterritorial, pese a que en la práctica la gestión del ocio nocturno por parte del Ejecutivo central vuelve a situarse en términos de recomendación y no de obligatoriedad de acción.

La barra libre de las CCAA no se ciñe a la gestión de las discotecas, sino que el nuevo Documento de Actuaciones Coordinadas (DAC) suprime también las restricciones de aforo, reunión y horario de cierre en la hostelería. Limitaciones que encontraron la oposición frontal de la Comunidad de Madrid, Cataluña, Euskadi, Castilla y León, Andalucía, Galicia y Murcia. De hecho, la Justicia se vio obligada a intervenir tras la petición de la región liderada por Isabel Díaz Ayuso, fallando a favor de las medidas cautelares pretendidas por el Ejecutivo regional y dejando en la inoperancia las restricciones referenciadas como de “obligado cumplimiento” en palabras de Darias y la plana mayor del Gobierno central.

Con esta marcha atrás, el Gobierno ha conseguido el quórum reclamado en el Consejo Interterritorial. Lo ha hecho con el voto unánime de todas las comunidades autónomas excepto Euskadi, quien se ha negado a participar en la votación final por la creencia firme de que, llegados a este punto de la pandemia, con mejores indicadores y un ritmo creciente de la vacunación, son los gobiernos regionales los que deben dar el ‘do de pecho’ en la recta final de la gestión y asumir la plenitud de las responsabilidades de la desescalada.

Una rueda de prensa caliente

Además del remiendo apresurado de este impasse procedimental, Carolina Darias ha tenido que hacer frente a lo largo de la jornada a las preguntas de la prensa y la oposición por la vacunación de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico de la Selección Española de Fútbol. Finalmente, y después de que la Comisión de Salud Pública decidiese lavarse las manos alegando que la decisión no era de su competencia, el Ejecutivo ha decidido inocular la vacuna a los representantes del combinado nacional desoyendo a quienes pedían explicaciones éticas y sanitarias.

Éticas porque son muchos los grupos parlamentarios que consideran que la vacunación prioritaria de deportistas supone una evidencia de desigualdad frente a trabajadores esenciales. Sanitarias porque los jugadores, pese a recibir su dosis este mismo jueves, no estarían inmunizados hasta que acabe la fase inicial de la Eurocopa. Sobre esto último, Darias ha insistido en que el problema se ha abordado “cuando ha sido solicitado”, desmintiendo así a Luis Rubiales [presidente de la Real Federación Española de Fútbol], quien asegura que advirtió del previsible enredo procedimental “hace dos meses”.