El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, pronuncia una conferencia hoy en el Club Siglo XXI, en Madrid. EFE



Tregua momentánea entre José María Aznar y Mariano Rajoy. El expresidente ha vuelto a reaparecer tras su polémica entrevista en Antena 3. Esta vez no ha jugado con la posibilidad de volver a la primera línea pero sí ha continuado poniendo deberes al presidente del Gobierno. Lo ha hecho, además, en presencia de sus emisarios: Soraya Sáenz de Santamaría, mano derecha del presidente, y del ministro de Industria, José Manuel Soria.

El mismo foro en el que hace 25 años inició el derrocamiento de Hernández Mancha
La situación, una conferencia en el Club Siglo XXI, era propicia para un nuevo enfrentamiento. Así lo hacía presagiar la presentación del presidente de la institución y exministro de Aznar, Eduardo Zaplana, que ha recordado que en este foro, hace 25 años, Aznar realizó un discurso que marcó el inicio de hostilidades contra el entonces líder de AP, Antonio Hernández Mancha, y la escalada al poder nacional de quien entonces sólo era presidente de Castilla y León.

Sin amenazas de volver
Aznar ha realizado un discurso escrito y leído, sin margen para la improvisación ni para sonsacarle una amenaza de regreso triunfal pasa salvar el país, como sucedió en su entrevista de Antena 3. No hubo preguntas, por lo que se libró de dar explicaciones sobre las especulaciones sobre su vuelta, los regalos de la Gürtel, la financiación del PP o las últimas insinuaciones de excompañeros de filas ante el juez Ruz, que le sitúan como quien decidía a quién iban a parar los préstamos de Bárcenas.

Deberes para Rajoy
Eso sí, Aznar ha vuelto a leerle la cartilla a Rajoy. Así ha pedido al Ejecutivo una reforma fiscal, porque el actual sistema impositivo "no se adapta a la sociedad de hoy" y debe ponerse al servicio del empleo y del crecimiento y "no al servicio de las administraciones". Asimismo ha reclamado "estabilizar definitivamente la estructura territorial" del Estado y mejorar la organización del modelo, tanto de las autonomías como de los entes locales". Es decir, deberes para Rajoy y "reformismo de alta intensidad".

"Frente a la fatiga y el desencanto"
El expresidente ha advertido de la responsabilidad "histórica" que tiene el PP desde su victoria en las urnas en 2011, que no fue "un episodio electoral más" ni "una fase transitoria", porque este partido es "la única garantía de reforma y estabilidad". Precisamente, por la "dimensión histórica de esa responsabilidad", ha avisado de que el voto se debe entender como un "mandato de reformas tan profundo" como así lo requieren el contexto nacional e internacional y "como lo esperan la gran mayoría de los españoles". Así, ha reclamado al Gobierno a que actúe "frente a la fatiga y el desencanto" que está mostrando la sociedad española.

Soberanía de la nación
Entre las cinco acciones que ha propuesto, además de la reforma fiscal y estabilizar la estructura territorial, Aznar ha señalado como el primer objetivo dejar clara la soberanía de la nación española y asegurar que cualquier acuerdo que se haga sirva para reforzarla y "no para debilitarla". "Quien rompe los pactos debe asumir que si se reconstruyen no será en los términos que dicte la minoría", ha añadido.

"Gravísima deslealtad"
En este sentido, Aznar ha advertido de que hay "resortes en la Constitución" para evitar la "gravísima deslealtad de algunos". Sin hacer una referencia explícita a Cataluña, Aznar ha subrayado que el esfuerzo que han hecho los españoles para alcanzar el compromiso que "equilibra unidad y diversidad" en el Estado autonómico no puede ser "malbaratado" por esa "deslealtad.

"Convencido" de su actitud
El expresidente del Gobierno ha justificado sus intervenciones públicas de los últimos tiempos porque está "convencido" de que es lo que debe hacer. Al final de su conferencia, Aznar ha explicado así el porqué de sus intervenciones, aunque en esta ocasión no ha hablado de la posibilidad de volver a la política. El expresidente ha defendido sus recomendaciones porque quería transmitir a la sociedad un "mensaje claro" sobre lo que en su opinión es una situación "grave".

"Con los españoles"
Además también ha apelado a la actitud "constructiva" de "todos", la de "no estar contra nadie sino de estar con los españoles", repitiendo así la frase que dijo días después de su entrevista televisiva, en un acto en el Congreso en el que entonces no acudió nadie del PP actual ni del Gobierno a apoyarle.