El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha concedido una entrevista al diario ABC con motivo del 20 aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York (Estados Unidos). Hace énfasis en lo fructífera que resultó su alianza con la Casa Blanca en materia antiterrorista, anotándose el tanto de la derrota de ETA y responsabilizando a José Luis Rodríguez Zapatero de la pérdida de peso internacional de España al “no seguir el camino” marcado.

Aznar reflexiona en la entrevista sobre lo que supuso el 11S para el resto del mundo y estableció esta marcada fecha como el fin de un periodo de paz emanado de la “derrota del comunismo” y la conclusión de la Guerra Fría. El que fuera jefe del Ejecutivo entre 1996 y 2004 vincula esa fecha con el inicio de una “nueva era” que afectó a España “de manera muy especial” porque “nosotros conocíamos lo que era el terrorismo”.

El expresidente entiende, desde ese prisma, que la posición de España quedó “fortalecida” como país obligado a luchar “contra el terrorismo”. Ahí “nacen muchas iniciativas” difíciles de justificar con anterioridad porque se entendía esta cuestión como un asunto endémico del país. “En ese momento, yo sabía que teníamos que acelerar mucho las cosas porque los factores políticos y emocionales jugaban a favor de la toma de decisiones”, desliza Aznar, quien lamenta que, en cuanto se “han enfriado las cosas” han surgido las “dificultades”.

En sus memorias, Aznar relató que Bush le mostró su apoyo “sin reservas” a la estrategia del Ejecutivo contra ETA, demostrando que ese posicionamiento “no era sólo retórico”. El expresidente del Gobierno traduce estas palabras en un cambio en la “cooperación” entre España y Estados Unidos, pasando de ser una relación “entre aliados” a un vínculo entre “países que comparten unos objetivos comunes”, subrayando que el ex líder estadounidense comenzó su primer viaje a Europa por España.

Zapatero no quiso continuar por ese camino que hubiese cambiado estratégicamente, cualitativamente, la capacidad de España de tomar decisiones en el mundo

Aznar entendió esto como una “gran oportunidad”, abriendo paso a una etapa de “cooperación mucho más intensa”. Es decir, según el expresidente, los “impulsos” planteados por España “difícilmente hubiesen salido adelante si los europeos no hubieran sabido que detrás estaban los Estados Unidos”. “La inclusión de Batasuna en la lista de organizaciones terroristas no se hubiese producido sin ese ambiente de confianza”, matiza.

Lucha contra ETA

Sin embargo, Aznar lamenta que esa “carrera que acabábamos de empezar” se vio truncada cuando “alguien decidió que se terminara”. Interpelado sobre la identidad de ese – a priori – desconocido, el expresidente del Gobierno aclaró que se refería a su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero. “No quiso continuar por ese camino que hubiese cambiado estratégicamente, cualitativamente, la capacidad de España de tomar decisiones en el mundo”, agrega.

Demostramos la falsedad de la imbatibilidad de ETA porque fue derrotada

Entonces el expresidente abordó el terrorismo de ETA, anotándose la victoria contra la banda terrorista en su casillero y poniendo de relieve el triunfo de su “teoría del empate infinito”. “Demostramos la falsedad de la imbatibilidad de ETA porque fue derrotada: la actuación de las fuerzas de seguridad, el ejemplo de las víctimas, la resistencia del PP y PSOE, los movimientos cívicos… Eso llevó a la derrota de ETA”, arguyó Aznar, dejando fuera de la ecuación a su sucesor.

Sin embargo, Aznar entiende que el gran error de España fue “resucitar” a ETA, sosteniendo sus palabras sobre Bildu: “Un grupo etarra que no sólo está en la legalidad sino que también es socio del Gobierno y que pacta con este cosas como la derogación de la reforma laboral y que organiza homenajes a los terroristas más sanguinarios”. Lamenta que la izquierda abertzale, personificada en la formación de Arnaldo Otegi, “no condena ni condenará el terrorismo” porque “forma parte” de ETA.

Bildu es un grupo etarra que no sólo está en la legalidad sino que también es socio del Gobierno y organiza homenajes a los terroristas más sanguinarios

Pérdida de peso internacional

Aznar asegura que España ha caído en el “anonimato internacional”. “Sin influencia y sin presencia”, agrega el expresidente, que considera este hecho como un “desastre”. Justifica su posición basándose en el marco actual de la política iberoamericana, pasando, a su juicio, de ser un “actor de primer orden” a vivir la “mayor revuelta contra lo español desde hace siglos”. Estima que este problema surge de la carencia de una “política internacional” de España o, en su defecto, “la toma en consideración de las cosas que realmente importan”. Además, lamenta que esto ocurra en “ausencia de comunicación con Estados Unidos”.