La moción de censura en Murcia rompió todos los puentes de entendimiento entre Partido Popular y Ciudadanos y supuso la desaparición del partido liberal en Madrid. Un mes después de las elecciones, Pablo Casado e Inés Arrimadas han limado sus asperezas en una comida privada a la que no asistió ningún miembro de sus respectivos equipos, según ha adelantado El Confidencial y ha podido comprobar ElPlural.com.

Las relaciones entre los líderes de sendos partidos siempre han sido muy buenas, tal y como han trasladado ambos tanto en público como en privado. Sin embargo, Murcia supuso un punto de inflexión y quedó refrendado cuando Isabel Díaz Ayuso rompió el Gobierno madrileño de manera unilateral para convocar unas elecciones anticipadas en las que rozaría la mayoría absoluta.

Los populares acabaron salvando el match ball y liquidarían el intento de “traición” al mantener de su lado a cuatro consejeros díscolos del partido naranja en la región. Desde aquel fatídico día, Ciudadanos ha sufrido una hemorragia de cargos orgánicos que han acabado en el Partido Popular. En Génova olieron la sangre y aprovecharon la debilidad liberal para poner en marcha el plan de refundación del centro derecha.

La interlocución entre las dos direcciones se enfrió fruto de las tiranteces surgidas en Murcia y el posterior trasvase de cargos. Tres meses después, la otrora idílica relación parecía irreconciliable y las diferencias eran palpables e incluso insalvables. Pese a todo, en las filas liberales admitían que la situación no podía continuar en este camino máxime cuando mantienen Gobiernos en Andalucía y Castilla y León, amén del Ayuntamiento de Madrid, entre otras corporaciones municipales.

Reconstrucción de puentes

Arrimadas tenía como objetivo limar asperezas con sus socios de la derecha cuando la situación se calmara y el primer paso se dio el 21 de abril, a través de una llamada para la despolitización del Poder Judicial. La llamada entre la líder de Ciudadanos y el jefe de la oposición escenificó el primer contacto directo tras el catástrofe murciana.

Fue en ese momento cuando ambos sopesaron la idea de recuperar dinámicas pretéritas y, paralelamente, una reunión en privado entre los dos líderes. El encuentro se produjo hace unos días, según ha podido confirmar ElPlural.com y ha avanzado El Confidencial. Si bien el contenido de la misma no ha trascendido, fuentes del partido liberal ha recalcado que está enmarcado en la “agenda privada” y subrayan que “mantienen una buena relación”.

En este sentido, desde Ciudadanos niegan que se trate de una reunión específica para la reconstrucción de puentes o que se enmarque en un nuevo viraje en la estrategia de los naranjas para alejarse de Sánchez y acercarse, de nuevo, al Partido Popular. “No hay otra interpretación. Es conocido que ambos tienen una buena relación”, insisten.