El secretario primero de la mesa del Congreso de los Diputados y parlamentario por Sumar, Gerardo Pisarello, pronunció un discurso de lo más aclamado en la sesión plenaria de este martes. En concreto, Pisarello respondió con mucha contundencia a Vox y su hipocresía ante temas como la corrupción o la justicia

"Cuenta la escritora Irene Vallejo que Esténtor era un personaje al que le gustaba embestir con la fuerza de 50 hombres. Este es el estilo que acostumbra Vox cuando se habla de corrupción. Embestir y tratar de corruptos a todos los demás para que no se hable de sus propias fechorías", arrancaba.

"Esta estrategia es vieja como la sangre. La utilizó Torquemada o Fernando VII, corrupto entre los corruptos, y la utilizó Franco, que se aseguraba de que en sus tribunales solo comparecieran pobres, parados, disidentes, pero nunca un rentista o un terrateniente. Este es el modelo inquisitorial de justicia con el que sueña Vox. Personajes como el corrupto juez Santiago Alba, que prevaricó obscenamente para destruir a una jueza proba y garantista como Vicky Rosell. Jueces como Pedro Castellano, que a instancia de dos fascistas obscenos, acaba de reabrir una causa infame para amordazar a una de las más valientes denunciantes de la corrupción, como es Mónica Oltra", empezaba a enumerar Pisarello.

"La corrupción son ustedes"

"Lo importante es embestir y aullar, no solo para destruir a los que se sienten adversarios, sino para evitar que se hable de sus negocios. ¿Qué pasaría si se investigaran los bienes millonarios que los diputados de Vox no declaran en el Congreso? ¿Qué pasaría si llegaran a un tribunal los millones en donaciones privadas que denunció la purgada Macarena Olona?", se ha cuestionado, antes de dar una de las frases más potentes de este discurso: "Cuando los señores de Vox nos preguntan clavándonos la mirada que qué es la corrupción, lo que tenemos que decirles es que la corrupción son ustedes".

"Por eso insultan y por eso embisten. Y por eso llaman traidor o hijo de fruta al presidente del Gobierno, envían fascistas a acosar a Pablo Iglesias e Irene Montero en la puerta de los juzgados, o despliegan su cancionero de los zurdos, los bilduetarras o los tucumanos montoneros, a ver si nos hacen callar, y no lo van a conseguir. Porque aunque aúllen como Millán Astray lo hizo para hacer callar a Miguel de Unamuno, no lo van a conseguir", ha reivindicado, tirando de memoria.

"Sabemos que el problema de fondo no somos nosotros, sino las personas de afuera a las que el fascismo señala y violenta mientras sde llena la cartera. Son las trabajadoras y trabajadores migrantes, como aquel trabajador al que un terrateniente de Vox abandonó muerto. Son los jóvenes del Sindicato de Inquilinos de Canarias, al que unos matones a sueldo de la patronal inmobiliaria le quemaron cobardemente la sede. Ante todo ello, sería bueno que la mayoría de la Cámara entendiera que no podemos quejarnos de la ultraderecha y los fascistas si no plantamos cara al corrupto capitalismo rentista que los está generando", ha reflexionado.

Sobre el CGPJ: "No se puede restaurar el viejo partidismo conservador"

"Acabar con el secuestro del CGPJ podría ser una buena noticia, pero no puede implicar la restauración conservadora del viejo partidismo. Tiene que servir para democratizar y revertir el sesgo clasista de una justicia implacable con las pequeñas sardinas y muy condescendiente con los grandes tiburones", ha comparado.

"Y para ello, evidentemente, necesitamos buenos jueces y juezas, independientes del poder político y económico. Pero sobre todo necesitamos que la gente del común, sin grandes patrimonios ni grandes apellidos, pueda organizarse para defender sus derechos. Por ello, no se entiende que aún no se haya derogado la Ley Mordaza y que no se destrabe aún la ILP por la Regularización de las personas migrantes. Son fundamentales para que ningún canalla pueda enfrentar a trabajadores con trabajadores en una lucha común contra la precariedad. Hay que organizarse", ha reivindicado el diputado magenta.

"Organizarse es lo que se propone la gente trabajadora en otros países, precisamente para hacerle frente a la ultraderecha y su crecimiento y para luchar por una nueva Europa. La libertad siempre estuvo lejos del carajo y de los señoritos, y cerca, bien cerca, de la igualdad, de la justicia social, de la fraternidad y de la sororidad entre aquellos que viven de su trabajo. Impulsémoslo también nosotros, por los jóvenes que nos piden ejemplo y por la memoria de todas las Auroras Picornell, de todos los Puig d'Antich, de los Miguel Hernández, que ningún fascista de esta cámara nos va a robar", ha sentenciado. 

 

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