Las manecillas del reloj giran sin cesar y todo sigue igual. El dique entre los socios de la coalición se mantiene. PSOE y Unidas Podemos siguen en sus trincheras, sin visos a un acuerdo mientras el calendario avanza. El próximo 7 de marzo, un día antes del Día Internacional de la Mujer, el Congreso tomará en consideración la reforma de la ley del sólo sí es sí gestada en las entrañas del Ministerio de Justicia. Entre tanto, los dardos sobrevuelan Moncloa y la Carrera de San Jerónimo. Los socialistas dejarán que sean los morados – y el resto de sus aliados, que exigen respuesta unitaria – los que se retraten en la votación, mientras que el socio minoritario insiste en que ellos no fueron quienes se “levantaron de la mesa”.

La respuesta es la misma a un lado y otro del tablero. “Nada ha cambiado”. PSOE y Unidas Podemos se acogen al comodín de que la pelota está en el tejado del contrario mientras se aproxima la fecha clave para el solo sí es sí. Si bien es cierto que en la comparecencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, la titular de Igualdad rebajó los niveles de beligerancia de su discurso. No obstante, desde su entorno insisten a ElPlural.com: “La opinión y el tono sigue siendo el mismo”.

Una tímida variación…

En el marco de la rutinaria rueda de prensa posterior al cónclave del gabinete, se puso encima de la mesa el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre el goteo de rebajas de condena que se suceden desde la entrada en vigor de la normativa original de Igualdad. Montero no entró en detalles al no tener acceso a los datos completos. “Vamos a esperar”, manifestó. Lo llamativo sucedió de inmediato, cuando la ministra del ramo sugirió explícitamente que “tan solo una reducción de pena ya sería suficiente para que insistamos en que es necesaria una respuesta al conjunto de las víctimas y de la sociedad”.

Montero adornó esta cita con que la réplica del Ejecutivo ha de ser “unitaria” y manteniendo el consentimiento como núcleo de la normativa. No obstante, las declaraciones previas ya suponen un contraste con el argumentario de Igualdad desde el estallido de las revisiones, que descargaba de responsabilidad a su departamento para poner el foco en la judicatura “patriarcal” y en los “fachas con toga”. O lo que es lo mismo, “hay un problema con la aplicación de la ley y no con la ley en sí”, como reconoció la propia Irene Montero en la entrevista concedida a Telecinco del pasado mes de febrero.

…pero las trincheras siguen

En la Carrera de San Jerónimo, también este pasado martes, los portavoces de PSOE y Unidas Podemos constataban que siguen a años luz de desbloquear la situación, al tiempo que el resto de aliados parlamentarios de la coalición hacía el enésimo llamamiento al entendimiento entre las partes.  

"Lamentablemente, siento decirlo, aquella reunión de negociación que pidió Igualdad con el PSOE no ha tenido respuesta. No se quieren sentar a hablar", resaltaba el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique ante los medios de comunicación. Desde la sala de prensa del Congreso, el morado ha vuelvo a acusar a los socialistas de no querer sentarse en la mesa y percuten con el consentimiento como eje del debate.  "El núcleo de la materia es proteger el consentimiento. Pensamos que sería trágico volver al Código Penal anterior y al calvario probatorio de las mujeres. Es el núcleo de las diferencias pero estamos dispuestos a llegar a acuerdos. Pedimos que se sienten a negociar, es lo mínimo cuando hay una diferencia", ha sostenido.

Irene Montero e Ione Belarra (Podemos) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE)

Con todo, desde el lado más a la izquierda del Ejecutivo no han cerrado la puerta a cerrar un pacto e insisten en su intención de evitar a toda costa el escenario de un apoyo a la norma con el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo. Tanto Echenique desde el Congreso como Montero desde Moncloa apostaron por una “respuesta unitaria” al problema. "Estamos trabajando para que ese día no llegue, para que no demos en el Congreso un espectáculo poco edificante de cara a las mujeres víctimas de agresiones sexuales. No valoramos ese escenario, estamos intentando evitarlo", ha reiterado Echenique. En paralelo, la titular de Igualdad insistía en que intentarán sellar un acuerdo con los socialistas “hasta el último segundo”.

El día de la marmota

En el lado contrario están los socialistas, que persisten en su estrategia de presionar a Podemos con el apoyo a su texto. "Seguimos en el día de la marmota", ironizaba desde la misma sala Patxi López, quien ha reivindicado la utilidad de la iniciativa presentada por su grupo parlamentario "para arreglar lo que no ha funcionado en el aspecto penal" con la ley del solo sí es sí de la titular de Igualdad. "Seguimos adelante con nuestra intención. Si de aquí al día 7 no hay otra propuesta para negociar iremos con la nuestra", ha sostenido el portavoz del PSOE. Y es que, a menos de una semana de su debate, la táctica precisamente se basa en retractar a su socio con un ultimátum: o propones una alternativa en la misma senda o apoyas la nuestra.

En otras palabras, tal y como recalcan fuentes socialistas, dejarán que cada grupo parlamentario se retrate con su voto. En las altas instancias de Ferraz mantienen desde hace semanas que esta guerra no es sino gasolina para la derecha y la ultraderecha, catalogando el inmovilismo de Unidas Podemos como “atrezzo electoral”, en alusión al lenguaje subido de tono de las últimas fechas. “Hay cosas que es mejor no contestar”, resuelven altos cargos del PSOE en privado. Por ello, las líneas marcadas pasan por dejar que cada formación se descubra con el signo de su voto.

Cabe destacar que el PSOE ha defendido desde el primer momento que su propuesta resuelve los vacíos que la norma ya aprobada ha abierto así como que no acaba con el consentimiento, como denuncian los de Ione Belarra. Este es el pilar fundamental sobre el que se asienta el modelo propuesto por el ministerio que dirige Montero y que los socialistas insisten en apuntar a que no se toca. Sí lo hace para las condenas, con un aumento de algunas penas mínimas, y un agravante si ha habido violencia o intimidación enmarcado en un solo delito de agresión sexual. Sin embargo, para los socios el obstáculo del texto socialista recae en la probatoria de la violencia dejándolo en simples marcas físicas.

Los socios claman unidad

Entre tanto, los principales apoyos de la coalición siguen presionando y reclamando una solución unitaria. Eso sí, tanto Compromís como ERC aseguran que se encuentran en la misma postura que hace una semana, cuando reclamaron ya un acuerdo viable conjunto, y ponen el foco en la voluntad de unos y otros para llegar a ese punto. "El PSOE no está haciendo lo que debería dividiendo al feminismo y la mayoría. Se deben sentar con Unidas Podemos y un solo gobierno debe traer una sola propuesta. No puede ser que divida a la mayoría feminista y progresista", criticaba en sala de prensa el portavoz valenciano Joan Baldoví.

Gabriel Rufián, portavoz de ERC, en rueda de prensa en el Congreso. EP

En la misma línea se ha pronunciado Gabriel Rufián, dirigente catalán, quien apela a la necesidad de contar en la reforma con la parte que ha impulsado la normativa de la discordia. "Sin el ministerio que presentó la ley, sin la participación del Ministerio de Igualdad, no se puede. Cualquier tipo de solución que le excluya no tiene ningún sentido", ha declarado antes de pedir que "se dejen de caldos electorales y se pongan de acuerdo" en pos de una mejora de la "calidad legislativa" y para evitar el escenario con la derecha. 

Sin noticias en la derecha

Con todo, la opción de llamar a los de Feijóo no está entre las posibilidades más cercanas del principal partido del Gobierno. La secretaria general popular, Cuca Gamarra, ha confirmado que no ha habido ningún acercamiento por parte de los socialistas mientras ha vuelto a insistir en su voluntad de apoyar el texto que finalmente se presente el martes que viene. "No hemos recibido ninguna llamada del PSOE para abordar la reforma. Seguimos teniendo la reforma que planteó el PP el 16 de diciembre. Veremos si eso se ratifica el próximo martes y que se haga con la máxima celeridad", ha defendido la portavoz del PP, que ha valorado que "podría haber sido ya rectificada si Sánchez hubiera abandonado el cinismo y hubiera cogido la mano del PP".