“Yo nunca voy a entrar a considerar acerca de si procede o no la derivación al hospital en cada caso concreto […] Esta derivación debe basarse en criterios clínicos, que no discuto y que no me corresponde valorar. Pero considero al mismo tiempo que no deben existir unos criterios de exclusión basados en niveles de dependencia o discapacidad. No es ético y posiblemente no sea legal”. De esta manera se expresó el consejero de Políticas Sociales de Madrid, Alberto Reyero (Cs), el pasado lunes 1 de junio en la Asamblea de Madrid, cuestionando severamente los protocolos adoptados por el Gobierno que dirige Isabel Díaz Ayuso para seleccionar qué ancianos de residencias debían ser hospitalizados, y cuáles no.

Días más tarde de esta intervención, el periódico El País publicaba varios escritos de Reyero advirtiendo a su homólogo de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, de las limitaciones de la región para contener el avance de la pandemia del coronavirus y solicitando ayuda para que muchos residentes de geriátricos pudieran “fallecer de forma digna”. “Incurriríamos en una discriminación de graves consecuencias legales”, alertó el consejero naranja en varios correos electrónicos fechados el pasado 22 de marzo.

Unos correos que han vuelto a poner el foco mediático sobre Escudero y Ayuso. Por ello, el PP no ha dudado en volver a censurar a Reyero. “No comparto, otra vez, la estrategia del consejero Reyero de haberle preguntado abiertamente a otro, imputando actuaciones que no son ciertas. Sí ha conseguido una cosa: sembrar esa duda”, ha criticado la propia presidenta madrileña. Por su parte, este domingo la concejala madrileña Andrea Levy le señalaba directamente la puerta: “Si yo tuviera esas serias dudas lo plantearía en la Junta de Gobierno y me plantearía si quiero seguir en ese Gobierno”.

Un fuego amigo que ha vuelto a poner de relieve las discrepancias entre los socios de Gobierno de la Comunidad de Madrid, y todo ello con la sombra de la moción de censura sobre Ayuso todavía muy presente.

Hay que recordar que a finales de marzo Ayuso retiró a Reyero la competencia sobre las residencias de la región, en favor de Escudero. Un gesto que fuentes naranjas interpretaron como un ajuste de cuentas por el choque político entre Ciudadanos y PP por la gestión del coronavirus.

Sin embargo, este no fue el primer encontronazo entre Reyero y Ayuso y su círculo. Esta primera pequeña crisis se produjo a finales de octubre del año pasado, cuando el consejero naranjo se comprometió a hacer públicas las actas de inspección de los geriátricos que operan en la región, así como las sanciones de las que estas fueran objeto. No obstante, el tema no fue a mayores.

Sobre Reyero cabe mencionar que antes de entrar a formar parte de Ciudadanos (en mayo de 2015), estuvo afiliado a Unión Progreso y Democracia (UPyD) y fue miembro de la Coordinadora Territorial en Madrid. Asimismo, tras las elecciones autonómicas de 2011, fue elegido diputado en la Asamblea de Madrid. En dichos años, Reyero saltó a la fama después de luchar durante más de mil díasluchar durante más de mil días para que su madre, María Teresa Zubiri, recibiera la ayuda de la Ley de Dependencia.

Por este bagaje y el compromiso demostrado, fuentes de Ciudadanos y de la oposición consultadas por este periódico califican a Reyero como una “persona íntegra” y que goza del "aprecio" de la mayoría de la Cámara madrileña.