Albert Rivera intentó fichar a Cayetana Álvarez de Toledo para ir como cabeza de lista de Ciudadanos para las elecciones de la Comunidad de Madrid del pasado 24 de mayo de 2015. Así lo reconoce la propia exportavoz del Grupo Popular en el Congreso en su libro 'Políticamente indeseable' (Ediciones B), que saldrá a la venta este 18 de noviembre.

En las páginas de su libro, Álvarez de Toledo narra que conoció a Albert Rivera, expresidente de Cs, en invierno de 2013 cuando se lo presentó Arcadi Espada en una cena en Barcelona, donde le pidió "ayuda para conocer a personas influyentes en Madrid" en un momento en que el partido naranja buscaba extenderse más allá de Cataluña y dar el salto a nivel nacional. "Ciudadanos pudo ser una bisagra distinta. La bisagra de la razón. El gran factor correctivo de la política española", sostiene.

Poco después de presentar el manifiesto fundacional de 'Libres e iguales' en 2014, que incluía entre sus firmantes a varios intelectuales de Cs, revela que Rivera le propuso "ser la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Comunidad de Madrid" y que su idea era que el histórico socialista Joaquín Leguina fuera su "pareja política como candidato a la alcaldía". "Qué oportunidad formidable... Y, sin embargo, la rechacé", afirma.

Asegura que quedaba un año para las elecciones autonómicas y no le parecía "ético ni estético saltar de un partido a otro en calidad de candidata, como con tanta alegría se hace ahora". "Y menos para presentarme contra el PP de Esperanza Aguirre, con la que no sólo tenía una estrecha relación personal, sino una notable coincidencia ideológica", agrega.

De hecho, revela que unos años antes Aguirre le había ofrecido "ser consejera de Inmigración en sustitución de Lasquetty, que había sido ascendido, por así decirlo, al potro de tortura de Sanidad". Dice que entonces no aceptó y que lo mismo hizo con su posterior propuesta de ir en las listas al Ayuntamiento de Madrid con "el compromiso de ser su portavoz". "Mi vocación era la política nacional. Y una de mis misiones, la reagrupación de los constitucionalistas", asegura.

Álvarez de Toledo considera que a Rivera --al que confiesa haber votado en las elecciones de diciembre de 2015 tras su salida del PP que dirigía Mariano Rajoy-- la política le "endureció" como a ella, porque la batalla es tan "áspera y la hostilidad y la injusticia tan feroces", que fácilmente se acaba "en un búnker, rodeado de fieles, en posición defensiva". "En mi caso, los peores ataques provinieron del interior de mi propio partido", insiste.