La Comisión de Salud Pública, en la que están representadas todas las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha acordado este jueves que las comunidades autónomas se cierren perimetralmente y fijen el toque de queda de 22.00 a 6:00 horas en Semana Santa de 2021. Además se limitarán las reuniones en espacios públicos o privados a un máximo de cuatro personas. Estas medidas tendrán que ser ratificadas el próximo miércoles por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud

Autonomías y Sanidad también han pactado que "no se celebren eventos masivos que impliquen aglomeración o concentración", en clara referencia a los actos religiosos como las procesiones que este año habrían tenido lugar desde el 26 de marzo (Viernes de Dolores) hasta el 5 de abril (Lunes de Pascua).  Los eventos en espacios cerrados, como las misas, que se celebren en toda la Semana Santa y especialmente el 1 de abril (Jueves Santo), 2 de abril (Viernes Santo) y 4 de abril (Domingo de Resurreción) también tendrán que "seguir las normas de aforo y otras medidas establecidas, según el nivel de alerta de cada comunidad autónoma".

De forma paralela, el documento incluye como recomendación el desaconsejar expresamente la celebración de encuentros sociales en los domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes

Enmendar el error: ni Semana Santa ni San José 

Duras medidas con las que se pretende enmendar el error de las pasadas Navidades, cuando se permitieron las reuniones y la movilidad y eso desembocó en una durísima tercera ola de coronavirus. De hecho, la Comisión plantea preparar una campaña institucional para evitar la relajación de comportamientos bajo el lema “No salvamos semanas, salvamos vidas”, teniendo en cuenta también la llamada "fatiga pandémica" tras un año de medidas restrictivas.

En este sentido, desde el Ministerio de Sanidad reconocen que la incidencia del coronavirus sigue disminuyendo y "los indicadores son favorables". Pese a ello insisten en seguir siendo muy prudentes y "no bajar el nivel de alerta en el que se encuentran las comunidades autónomas desde las dos semanas previas al inicio de la Semana Santa". Es decir, desde el jueves 18 de marzo (un día antes de que de comienzo el puente de San José, que es festivo en Comunidad Valenciana, Madrid, Extremadura, Murcia, Galicia, Navarra y Euskadi). 

Medidas en residencias 

En la Comisión de Salud Pública de hoy también se ha aprobado el documento de "Adaptación de las medidas en residencias de mayores y otros centros de servicios sociales de carácter residencial en el marco de la vacunación". En el mismo documento de la Comisión de Salud Pública se recoge que "se debe informar a los residentes, trabajadores y familiares que, aunque existe un riesgo significativamente menor de padecer COVID-19 después de la vacunación, el riesgo no desaparece por completo ya que la vacuna no garantiza una protección total a todas las personas vacunadas".

Por lo tanto, "se debe continuar garantizando el cumplimiento de las medidas de higiene y prevención, tales como el uso de mascarilla, lavado de manos y distancia de seguridad, así como una ventilación adecuada".

Ayuso es el problema 

Antes de que se pronunciase la Comisión de Salud Pública, todas las comunidades, menos Madrid, habían expresado ya su intención de mantener los cierres perimetrales durante la Semana Santa. 

Cierres perimetrales que a diferencia de Isabel Díaz Ayuso defienden Comunidades gobernadas por el Partido Popular como Galicia y Castilla y León, que a principios de esta semana ya expresaron su voluntad de mantener el confinamiento perimetral de la autonomía durante Semana Santa.  Algo parecido ha sostenido Andalucía, también del PP, que ha pedido cautela y mantener medidas con perimetración de la Comunidad.

"Hay una cuarta ola llamando a la puerta, con variantes mucho más contagiosas, y esta Semana Santa tendrá que ser diferente", ha dicho por su parte el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP).