El rey Felipe VI firmará los indultos a los líderes del ‘procés’. Así lo sostienen desde el entorno de La Moncloa, seguros de que el monarca cumplirá su función constitucional. En España no ha lugar a que ocurra lo sucedido en Bélgica en 1990, cuando el rey Balduino pasó a la historia de su país como el primer monarca que renunció al trono durante 36 horas aduciendo objeción de conciencia.

El rey Balduino, contrario a la ley de despenalización del aborto aprobada por el Parlamento y el Senado, pidió al Gobierno belga que buscara una solución constitucional a fin de evitar su firma en el texto sin crear un vacío de poder. Entonces, el Consejo de Ministros recurrió al artículo 82 de la carta magna, relativo a "la incapacidad temporal para reinar del representante de la Corona", dejando así sus poderes en manos del Gabinete belga.

A las pocas horas, Balduino recuperó el trono, una vez que en el Boletín Oficial del Estado se publicó la ley del aborto. Esta treta se produjo porque el rey Balduino, ultraconservador y moralmente contrario al aborto, declaró que "su conciencia no le permitía firmar la ley”.

Tal y como recordaba en 1990 la enviada especial de ‘El País’, Isabel Ferrer, la de Balduino fue la primera vez que la incapacitación contemplada en el artículo 82 de la carta magna se aplica así en Bélgica. Sólo en 1940, durante la II Guerra Mundial y cuando el rey Leopoldo III, padre del actual monarca, estuvo prisionero de los nazis, fue aplicada por razones de fuerza mayor la imposibilidad para reinar".

El caso de España, diferente

Cabe recordar que la firma de Felipe VI es necesaria en España para completar el trámite antes de que sea publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE). Es en el artículo 62 de la Carta Magna donde queda recogida la función de “sancionar y promulgar las leyes”. Además, el artículo 64 de la Constitución, refleja que todos los actos del rey, salvo los nombramientos de los miembros de su Casa, deben ser "refrendados por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros correspondientes". Desde el PSOE eluden el debate en torno a la firma del rey argumentado que se trata de “un mero trámite administrativo”.  

Conscientes del creciente debate en torno a la firma del rey, esta semana desde el Partido Popular también intentaban zanjar la cuestión. Su portavoz nacional del PP, el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida, pedía no poner a Felipe VI “en mayores bretes ni en mayores polémicas” respecto al tema de los indultos.  

"Por mucho que este Gobierno pretenda retorcer el tema del indulto e implicar con la firma al rey, los españoles somos perfectamente conscientes de cuál es el papel del Rey, cuáles son sus competencias y qué papel tiene atribuido", subrayaba Almeida antes de asegurar que la hipotética firma de los indultos "no va a desgastar al Rey".

El antecedente del rey Juan Carlos en 2005 

En mayo de 2005, cuando se discutía la futura ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que permitiría el matrimonio entre personas homosexuales, la Conferencia Episcopal solicitó a través del diario El Mundo que el rey no sancionese la mencionada ley. 

La respuesta del monarca a la petición de la Iglesia se produjo en un foro económico ibero-italiano: "Yo soy el rey de España, no el rey de Bélgica". Después, aunque de manera no oficial, desde Zarzuela indicaron que “el rey siempre ha cumplido y cumplirá con la Constitución, tal y como juró ante las Cortes cuando accedió al trono. Y ello ha sido así con las leyes que personalmente le satisfacían más y con las que le satisfacían menos".