El presidente de Vox, Santiago Abascal, no ocupará este año su asiento en la tribuna de autoridades durante el desfile de las Fuerzas Armadas que se celebra este domingo con motivo del Día de la Fiesta Nacional. El líder ultraderechista ha decidido seguir el acto “desde la calle”, en lo que pretende ser un gesto político de protesta contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Según ha informado Vox, Abascal ha comunicado su decisión por carta al rey Felipe VI, a quien también ha trasladado las razones de su ausencia. Además del desfile, el dirigente de extrema derecha renuncia a acudir a la tradicional recepción en el Palacio Real, donde cada año el monarca recibe a las principales autoridades del Estado, representantes institucionales y líderes políticos.

En el texto remitido al jefe del Estado, Abascal acusa al presidente del Gobierno de “utilizar” los actos oficiales del 12 de octubre como herramienta “para blanquear a un Ejecutivo sumido en la corrupción y responsable de gravísimas traiciones a los intereses de España”. Vox justifica así la ausencia de su líder en lo que considera una “escenificación política del poder ilegítimo” de Sánchez.

El líder del partido de extrema derecha sostiene que su lugar “está junto a los españoles”, y no junto al presidente del Gobierno y sus ministros. En ese sentido, asegura que “compartirá espacio con Pedro Sánchez y los miembros de su Gobierno en el Congreso o en cualquier otro lugar donde pueda denunciar la corrupción moral, política y económica” que, a su juicio, caracteriza al Ejecutivo.

Abascal lleva meses intensificando su discurso contra el Gobierno de coalición, al que califica de “ilegítimo”, y ha convertido las acusaciones de corrupción y traición en el eje de su estrategia política. En esta ocasión, su ausencia en los actos oficiales del Día de la Hispanidad se enmarca en una escalada de tensión entre Vox y el Ejecutivo, que coincide con las movilizaciones convocadas por el partido contra la amnistía y la política territorial del Gobierno.

Plante a Felipe VI

En Vox sostienen que el Gobierno de Pedro Sánchez “dinamita el Estado de derecho y la convivencia pacífica”, al tiempo que “pone en riesgo la seguridad de los españoles con sus alianzas internacionales”. La formación de extrema derecha vuelve así a cuestionar la legitimidad del Ejecutivo y a agitar el discurso del miedo ante la presencia de socios parlamentarios independentistas o nacionalistas.

El gesto de Abascal supone, además, un desplante al propio Felipe VI, a quien pese a dirigirle una carta, evita acompañar en uno de los actos institucionales más relevantes del año. Desde el entorno del líder de Vox se insiste, sin embargo, en que la decisión no implica un reproche al monarca, sino una “denuncia política” dirigida exclusivamente al Gobierno.

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