Este 14 de marzo se cumplen 20 años de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales de 2004. 11.026.163 electores, el 42,6% de los votos emitidos, avalaron al candidato socialista para ser el nuevo presidente del Gobierno, en detrimento de Mariano Rajoy. 165 escaños que servían para ser la fuerza más votada y conformar un nuevo gobierno progresista, que ponía fin a ocho años de mandato del Partido Popular. De aquellas elecciones y aquella época se recuerdan muchas cosas, y una de ellas es la innovadora campaña que los socialistas pusieron en marcha en la carrera hacia La Moncloa.

Relacionado 20 años de la victoria de Zapatero, el presidente de la igualdad

Las claves de la campaña

En primer lugar, cabe destacar que la campaña de las elecciones de 2004 fue la primera en nuestro país en la que el tono de los mítines cambió radicalmente, ofreciendo un ambiente festivo y diferente que pretendía llamar la atención del militante para contar con su presencia, con actuaciones musicales y un tono más distendido que el que caracteriza habitualmente a la política.

El equipo de Zapatero hizo del talante y el diálogo su elemento central de campaña. Esto publicaba 'El Diario de León' a finales de febrero de 2004: "Zapatero se enfrenta a sus primeras elecciones como cabeza de cartel del PSOE con una oferta del talante tranquilo y de diálogo que prometió cuando tomó el timón que durante más de dos décadas manejó Felipe González. Y lo hace buscando el centro, el Dorado que esconde el tesoro de todas las victorias electorales". "La mayoría que, según viene predicando, quiere un cambio está en el centro y en toda la izquierda, un amplio espectro sociológico que rechaza el Gobierno más a la derecha que hayamos conocido. Seré consciente de que represento a esa mayoría y sabré administrarla", decía el propio Zapatero por aquel entonces.

 

Imagen de archivo. El entonces secretario de Organización, José Blanco posa junto a los carteles del PSOE para las elecciones con el logotipo ZP, Zapatero presidente. EP
PIE DE FOTO: Imagen de archivo. El entonces secretario de Organización, José Blanco posa junto a los carteles del PSOE para las elecciones con el logotipo ZP, Zapatero presidente. EP
 

Otra de las claves del éxito del 14 de marzo de 2004 fue la utilización de los significantes Zapatero y 'ZP', creando una red de signos que condujesen inevitablemente al candidato a través de múltiples canales: verbal, gráfico, sonoro y visual. El merchandising de aquella campaña giró en torno a ello, con sudaderas, polos y otros objetos con las iniciales 'ZP' grabadas. Tuvieron un recibimiento positivo y, anecdóticamente, el PSOE se encontró con un "top manta" en los alrededores del Pabellón de Deportes Fuente de San Luis de Valencia, donde el candidato socialista protagonizó un acto de campaña.

Por seis euros, uno más del precio oficial marcado por la dirección del PSOE, se podía comprar una sudadera o un polo de color negro, azul o blanco y con las siglas ZP bien visibles, aunque fueran de imitación. "Dos por diez euros", aclaraban los vendedores al viandante", publicaban la Cadena SER y otros medios por aquel entonces.

"Algunos de los simpatizantes socialistas aprovecharon para acceder al pabellón de deportes vestidos con la sudadera del candidato, a pesar de que fueran falsas. Otros cogieron alguna de las que la organización lanzó a los asistentes antes de comenzar el acto, esta vez de las "oficiales"", firmaba la prensa escrita.

"Puerta a puerta"

La campaña del PSOE para los comicios de 2004 también contó con un importante movimiento para combatir la abstención y convencer a los votantes indecisos. Para ello, se puso en marcha una iniciativa que contó con "34.000 voluntarios para el cambio" que recorrieron el país para llamar puerta a puerta al voto. El propio Zapatero la definió como "la campaña de la gente, centrada en el cara a cara con los ciudadanos".

"Para que haya cambio tiene que haber una mayoría socialista" es uno de los eslóganes que más se han repetido en las recientes campañas, y la de 2004 no fue menos. El candidato del PSOE pasó toda la preparación electoral apelando a esta mayoría y centrando sus esfuerzos en mantener un perfil accesible. Tal y como decía el escritor especializado en comunicación política Víctor Sampedro:

El PSOE se centró en fomentar el liderazgo de 'ZP' mostrándolo muy accesible al contacto ciudadano, en el marco de una campaña que enfatizaba el cambio de talante.


Por su parte, algunas de las principales agencias de publicidad del país, en sus informes, consideraron especialmente positivo el lema publicitario de la campaña electoral socialista 'ZP' ('Zapatero Presidente') para el 14-M, así como el marketing del partido. El director general creativo de la Agencia Tiempo/BBDO, Siscu Molina, explicó que el proyecto "es coherente con la línea que vienen trayendo en tiempo atrás", por lo cual no suponía una ruptura con la imagen que ya se había creado.

La Agencia Contrapunto, por su parte, valoró positivamente el intento de crear "una imagen de marca" alrededor del líder socialista, aunque incidió en que era arriesgado intentar "vender" más al propio candidato que a las propuestas y mensajes del partido, incurriendo, tal vez, en un exceso de personalismo.

En sus tiempos como secretario de organización del PSOE, José Blanco calificó esta campaña como "una herramienta para perseguir la movilización ciudadana, dirigiéndose directamente a la población". A su vez, también se hizo especial hincapié en "los grandes errores" del Partido Popular en la época, como la crisis del Prestige, la guerra de Irak y sus consecuencias o el panorama socioeconómico que imperaba en el país.

'Viva Zapatero!'

Como consecuencia de la victoria electoral de Zapatero, la cómica y presentadora televisiva italiana Sabina Guzzanti giró la cabeza hacia su vecino mediterráneo y elaboró en 2005 'Viva Zapatero!', un documental en el que se mostraba fuertemente crítica con el presidente italiano y magnate mediático, Silvio Berlusconi, y con la censura y el control que sufrían los medios de comunicación en el país.

El título hacía referencia al ya presidente del Gobierno y parodiaba la película '¡Viva Zapata!' que protagonizó Marlon Brando, y elogiaba el perfil del político socialista comparándolo con la izquierda italiana, que Guzzanti consideraba incapaz de arrebatarle el poder a Berlusconi. 

Fue estrenado en la 62.ª edición de la Mostra de Venecia, donde tuvo una gran acogida. A las pocas semanas, fue presentado en el Festival de San Sebastián, en una doble sesión para la prensa y para el público general. Ambas emisiones fueron muy bien recibidas.

Apariciones en la revista 'Zero' por el matrimonio igualitario

En cuanto a la propuesta programática de Zapatero para aquellas elecciones, los esfuerzos de los socialistas estuvieron centrados en el impulso de una agenda progresista y de apuesta por los derechos sociales. Probablemente, el punto estrella de esta campaña en este sentido fue la defensa del matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, que terminó convirtiéndose en ley durante la legislatura. 

Uno de los principales altavoces mediáticos del colectivo LGTBIQ era la revista Zero, en la cual Zapatero hizo numerosas apariciones a lo largo de los años para trasladar sus propuestas al respecto de los enlaces homosexuales. Por aquel entonces, la prensa más conservadora, los sectores menos progresistas del PSOE y la oposición no estuvieron a favor de estas apariciones, y acusaron a Zapatero de utilizar dicho escaparate para "comprar los votos" del colectivo.

Diferentes portadas de Zapatero en la Revista Zero.

Oposición a la guerra de Irak

Precisamente en el marco de los mencionados "errores del Partido Popular", el PSOE encontró un importante filón político en la oposición rotunda a la participación española en la Guerra de Irak. Zapatero le reprochó a Aznar que el "ataque preventivo a Irak" que el líder del PP promovía no era "de consenso", sino que consistía más bien en "una adhesión a las tesis de George Bush", por lo que no apoyó esta iniciativa.

La respuesta de Aznar al respecto fue acusarle de "oportunismo y ansiedad de poder", ante lo que Zapatero volvió a contestar que "no puede fundamentarse una guerra por convicciones o sospechas". Cabe recordar que este conflicto se fundamentó en las acusaciones, por parte de Washington, de que Irak colaboraba con el terrorismo mundial, de que tuvieron responsabilidad parcial en los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y que el país contaba en su poder con armas de destrucción masiva que podían amenazar la paz mundial. Tras más de ocho años de invasión y ocupación que derivaron en fuertes tensiones en el país y que no dejaron una victoria clara para ninguno de los bandos combatientes, jamás pudo probarse la existencia de las armas de destrucción masiva que le sirvieron como casus belli a Bush. Más de 100.000 civiles murieron.

Sólo un día después de tomar posesión como presidente, Zapatero anunció su primera decisión política: la retirada en el menor tiempo posible de las tropas españolas desplegadas en Irak. El regreso, antes de su anuncio público, fue comunicado a Estados Unidos y al resto de los aliados de España en el conflicto.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes.