Hoy, 30 de junio de 2020, se cumplen 15 años desde que el Congreso de los Diputados aprobó la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiéndose de esta manera en el tercer país del mundo en hacerlo. “Fue entonces cuando nuestro país dio un paso de gigante regulando un derecho que, aunque algunos auguraban que iba a romper la sociedad, lo único que produjo ruptura fue de los prejuicios que albergaban algunos miembros de la sociedad”, ha subrayado este martes María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno.

No obstante, pese a que hoy en día el matrimonio entre personas del mismo en nuestro país ya esté más que asentado, hay que recordar que sus primeros pasos no fueron ni micho menos un camino de rosas. En este sentido, cabe señalar que el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual fue aprobado por el Consejo de Ministros el 1 de octubre de 2004 y fue enviado a las Cortes Generales para su debate el 31 de diciembre de ese mismo año. Meses más tarde, el 21 de abril de 2005 fue aprobado por la Cámara Baja con 183 votos a favor, 136 en contra (PP y Unió Democràtica de Catalunya) y tres abstenciones.

Fue en ese debate cuando el entonces presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pronunció uno de sus mejores discursos, lo que provocó el aplauso de gran parte del Hemiciclo: “Hoy, mi Gobierno somete definitivamente la aprobación de la cámara el proyecto de ley por el que se modifica, el código civil en materia de derecho a contraer matrimonio. Se agrega, apenas, un escueto párrafo en que se establece que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y los mismos efectos cuando los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo. Un pequeño cambio en la letra, que acarrea un cambio inmenso en las vidas de miles de compatriotas. Cada derecho conquisto, cada libertad alcanzada, ha sido el fruto del esfuerzo, del sacrificio de muchas personas que hoy debemos reconocer y enorgullecernos de ello”.

Tras su aprobación, de acuerdo con la Constitución, el texto fue remitido al Senado, donde gracias a la casi mayoría absoluta del Partido Popular, la ley fue vetada con 131 votos en contra, 119 a favor y dos abstenciones. Durante dicho debate, el psiquiatra Aquilino Polaino, convocado como experto por iniciativa de los populares, llegó a calificar la homosexualidad como una “patología” y un “trastorno emotivo”, afirmó que “muchos homosexuales tienen antecedentes de violación sexual desde pequeños”, o indicó que gais y lesbianas provenían en la mayoría de casos de familias con padres “hostiles, alcohólicos y distantes” y madres “sobreprotectoras” con los hijos varones y “frías” con las mujeres.

Como consecuencia de este veto, la ley fue devuelta al Congreso de los Diputados para una segunda votación. De esta manera, el 30 de junio de 2005 el texto fue aprobado por mayoría absoluta -187 a favor (los de PSOE, ERC, Nafarroa Bai, Izquierda Unida-Verdes, PNV, BNG, CC, CHA, dos diputados de Convergència Democrática de Catalunya y el sí de Celia Villalobos, diputada del PP), 147 en contra (PP y Unió Democràtica de Catalunya) y cuatro abstenciones-, lo que levantaba el veto del Senado.

La ley fue publicada en el Boletín Oficial del Estado el 2 de julio de 2005 y el matrimonio entre personas del mismo sexo fue oficialmente legal a partir del 3 de julio de 2005. Alrededor de 4500 parejas del mismo sexo contrajeron matrimonio en España durante el primer año de vigencia de la ley.

No obstante, el PP siguió en su cruzada contra la norma, y después de su aprobación en el Congreso, los populares presentaron un recurso contra la ley ante el Tribunal Constitucional. Un recurso que se resolvería años más tarde, en concreto el 6 de noviembre de 2012, cuando ocho magistrados votaron a favor de la constitucionalidad del matrimonio homosexual, y tres se posicionaran en contra.