La tormenta que sacude a Rocío Monasterio continúa levantando más y más polvareda. Ya son varios los capítulos de la serie de irregularidades de la presidenta de Vox en Madrid con motivo del desempeño de sus funciones como “arquitecto” sin tener el título oficial. El País desvela este miércoles el caso de una mujer al que el matrimonio Monasterio-Espinosa de los Monteros le hizo perder todo el dinero heredado de su madre, casi 300.000 euros, con una operación voluble.

“Amaya” habría acudido a la empresa de la dirigente de Vox, Rocío Monasterio y Asociados, en el año 2006. Con el plano y el proyecto en la mano, compró un talle de coches en la calle Amalia 19, sito en el barrio madrileño de Tetuán.

Monasterio construyó allí un loft que a Amaya le costó 475.000 euros. El beneficio del matrimonio ascendió a 156.000 euros. ¿El problema? Que se trataba de una vivienda construida en suelo industrial.

El matrimonio ha evitado comentar la noticia del citado periódico, pero en anteriores ocasiones argumentaban que ellos vendían su producto sin comprometerse a la consecución de un permiso de habitabilidad del suelo. Sin embargo, en el caso de Amaya, la propia Monasterio tramitó una solicitud oficial al Ayuntamiento de Madrid el 5 de julio de 2006. Según la versión de la afectada, Monasterio le prometió los permisos alardeando de que tenía contactos, pero no los consiguió.

Finalmente, optó por vender la propiedad a un precio de 177.000 euros, perdiendo 298.000 euros en el camino. El trastorno que le provocó fue tal que tuvo que acudir a ayuda profesional: “Era una época en la que no podía parar de llorar. Contratar a Monasterio como arquitecta fue el peor error de mi vida. Me dijo el terapeuta que si quería seguir con mi existencia y mi familia debía poner este problema en un lado marginal de mi cerebro".

Amaya relata que pasó un auténtico calvario y que no tardó en sospechar de Monasterio. Y es que, le resultaba extraño que los planos de los proyectos no los firmara la propia Monasterio, a quien consideraba titulada ya que dirigía su estudio desde el año 2000. Además, explica una serie de chapuzas tales como invasión de la propiedad del vecino, ruido a pesar de que insonorizó el loft, las poleas de la puerta del garaje se rompían con motivo del peso de la puerta…

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Una “arquitecto” no titulada

Son varios los escándalos que han sacudido a Monasterio. El pasado lunes, El País desveló que la presidenta de Vox en Madrid firmó planos como arquitecta antes de tener el título. Y este martes, eldiario.es reveló que, además, firmó presupuestos y certificaciones.

El documento publicado por El País data de 2004 y se observa claramente la firma de Monasterio como “arquitecto”, a pesar de que presentó su proyecto de fin de carrera (PFC), obligatorio para obtener la titulación, en octubre de 2009, mismo año en que se inscribió en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). En otras palabras, cinco años antes de colegiarse ya firmaba proyectos. Y es que, en el momento de colegiarse (año 2009) ya llevaba nueve años al frente de su estudio, Rocío Monasterio y Asociados.

Esta compañía había realizado ya varios proyectos en Madrid. Uno de ellos, sería irregular, puesto que cuenta con la firma de Rocío Monasterio como “Arquitecto”, cuando aún no tendría el título y, por tanto, no lo era. Concretamente, se trata de la construcción de los tres lofts en la calle Villafranca, número 6.

Según eldiario.essu rúbrica figura también en un certificado de obra de marzo de 2004. Concretamente, se trata de un documento que firma como “dirección facultativa” de una obra y un presupuesto para una construcción en la calle San Marcos número 24 de Madrid. El importe ascendía a los 57.500 euros con 80 céntimos.

Este certificado incluye una relación de materiales y cimentaciones, estructuras, instalaciones… Es decir, que se llevaron a cabo trabajados de demolición y otro tipo de trabajos.

Monasterio echó balones fuera y cuando fue preguntada por el asunto dijo no recordar si era arquitecta en 2003 y se limitó a decir que “uno puede firmar planos de interiorista sin visado”, al tiempo que alardeaba de montar una empresa muy joven y compaginar trabajo con estudios.

El Ayuntamiento la investiga

El consistorio de la capital investiga ya hasta dos proyectos de la empresa Rocío Monasterio y Asociados por irregularidades. En concreto, se trata de dos edificios sitos en el barrio de Salamanca, Madrid (Pedro Heredia 6 y Villafranca 6). En ambos casos la empresa construyó dos lofts en antiguas fábricas. No contaban, por tanto con licencias de habitabilidad, sino que el suelo era de uso industrial. Compradores aseguran que el matrimonio de Vox les decía que estaban tramitándolo y que sería cuestión de tiempo, pero no lo hicieron.

Los compradores pagaron más de medio millón de euros por cada loft y aseguran que Espinosa de los Monteros y Monasterio les dijeron "que harían valer sus contactos en el Ayuntamiento de Madrid para conseguir una licencia de habitabilidad en el edificio". Sin embargo, ese permiso nunca llegó y 10 años después de la compra, Urbanismo les mandó desalojar los inmuebles ya que se trataba de suelo industrial.