Escribo este artículo para alertar a los amigos de Iñigo Errejón: lleva dos días sin tuitear, id a ver si le ha pasado algo. Espero que no sea nada serio y que solamente esté liado arreglando el núcleo irradiador. Las cosas andan revueltas en la fábrica de amor de Podemos, y entre beso y beso alguno cae fulminado, esta vez el mismísimo número 3. ¿Qué puedo decir yo? En todas las religiones hay cismas, lo importante es seguir adorando al mismo Dios, y si lleva barba y el pelo largo, mejor. Desde luego, en su afán por ser el centro de atención, Pablo Iglesias y Podemos llevan camino de quitarme todo el protagonismo esta Semana Santa. Al menos el crucificado ha sido costalero:

Al principio desde la formación morada se negaba que hubiese crisis interna y nos contaban que eso eran inventos de los socialistas y los medios:

Cuando saltó la noticia, tampoco se podían hacer muchas preguntas:

Los colegas siempre están ahí:

La vida es así. De quien menos te lo esperas, te la clava por detrás:

En Twitter empezó a cundir el pánico:

Lo bueno es que siempre se puede crear otro círculo:

Aunque como dice esta tuitera, en la España en que vivimos lo más sorprendente al final va a ser esto: