Los Presupuestos Generales del Estado pasaron este jueves su primer test en el Congreso de los Diputados tras el rechazo de la Cámara a las enmiendas a la totalidad registradas. Es ahora cuando se juega la verdadera partida para su aprobación. En las próximas semanas, el Gobierno de Pedro Sánchez mantendrá contactos con los distintos grupos para obtener una mayoría parlamentaria suficiente. La incógnita a resolver es si los socialistas conseguirán casar a Ciudadanos con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Unidas Podemos.

El PSOE tiene claro que tanto los republicanos catalanes como los vascos formarán parte de la ecuación, pero Sánchez aspira a incluir en el pacto a Inés Arrimadas. Tarea ardua, pues Esquerra se esfuerza en orillar a los naranjas y Pablo Iglesias maniobra para acorralarles y que les sea inviable dar su apoyo a las cuentas.

ERC: "No tememos que las presiones del viejo PSOE hagan descarrilar los Presupuestos"

Ciudadanos trató de presionar al Ejecutivo exigiendo que se apartara a Bildu y que se tumbara el pacto por la lengua catalana en Cataluña. El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de Podemos, no tardó en atajar el envite celebrando que los contactos con los vascos y encorsetando a Ciudadanos en “la foto de Colón”. Un argumento en el que profundizó Pablo Echenique durante su intervención en el  debate sobre Presupuestos.

El portavoz parlamentario del Grupo Confederal de Unidas Podemos cargó con dureza contra Arrimadas vanagloriándose de que no habían conseguido arrancar ni un solo compromiso al Gobierno y recordándole que su sitio estaba junto a PP y Vox.

En la misma tónica, Gabriel Rufián, diputado y portavoz de ERC, alegó que negociarían por responsabilidad; pero dejó claro que unos Presupuestos que fueran susceptibles de apoyo por parte de Ciudadanos no podrían cosechar simultáneamente el ‘sí’ de su grupo.

Arrimadas traga -de momento- y los barones presionan

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tendió la mano a Inés Arrimadas pese a los desplantes de ERC y Podemos porque “si no es ahora cuando un país tiene que tener altura de miras y superar una suerte de veto cruzado…”.

La líder naranja recogió el guante y emplazó a Montero a negociar los Presupuestos sin la necesidad de “soportar la humillación de Otegi”.

Con este tapete como tablero, varios barones socialistas han desfilado en tromba por Twitter y medios de comunicación para presionar a Sánchez a mirar hacia Arrimadas y no así a Bildu. Guillermo Fernández Vara tildó de “fracaso de país” que las cuentas dependieran de la formación liderada por Otegi; mientras Emiliano García-Page carga contra los ministros de Podemos y denuncia que los morados “nos marcan la agenda” e Iglesias se está permitiendo lujos tales como vetar a Ciudadanos, cuando lo que querían los socialistas era pactar con ellos.

ERC ni se inmuta

Ante la insistencia del PSOE de sumar a Ciudadanos y las continuas presiones de los barones, surge la idea de si Sánchez resistirá y consolidará el bloque de la investidura o si ,por el contrario, descarrilará.

Fuentes de ERC consultadas por ElPlural.com aseguran que “no tememos en ningún caso que las presiones de varios dirigentes del viejo PSOE afecten a las negociaciones” puesto que se están manteniendo contactos asiduamente y existe voluntad por ambas partes. De hecho las mismas fuentes admiten que influye más “la represión del Estado” y las ofensivas de Junts.

Por este motivo, Rufián dedicó buena parte de su intervención desde la tribuna a sacudirse las acusaciones de “traición” a Cataluña por negociar con el PSOE: “Quienes nos acusan de traidores  es porque se lo puede permitir” y porque “lleva mucho tiempo usando chaquetas de 1.000 euros y bolsos de Michael Kors”.

Iglesias ejerce su papel

Esquerra cree que “el PSOE no hace, se le obliga”. Y partiendo de esa premisa, desde la investidura fían su influencia en el Ejecutivo a la presión que ejerza Pablo Iglesias. En este sentido, los republicanos catalanes temían que el líder morado callase ante el acercamiento de Sánchez a Arrimadas tras la aprobación de la ampliación del estado de alarma. El idilio parecía adquirir impulso y a Iglesias parecía no importarte.

ElPlural.com informó de que trasladaba en público y en privado que los morados debían empujar a Sánchez hacia el bloque de la investidura. Y cuando toda esperanza parecía, no en vano fuentes de ERC lamentaron que “Iglesias solo quiere aprobar los Presupuestos”, el vicepresidente segundo hizo su aparición.

A juicio de la formación independentista, Podemos necesita a ERC en la ecuación para “blanquear” un hipotético apoyo naranja. Las próximas semanas serán claves, pero de momento, se atisba calma en el horizonte.