“Vamos a por todas”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pronunció dicha arenga tras anunciar la creación de dos impuestos, uno para las grandes energéticas y otro para la banca. Las medidas fueron aplaudidas por todos sus socios, tanto los de la coalición, Unidas Podemos, como las fuerzas parlamentarias que lo sostienen. Y es que, el líder del Ejecutivo se ha esforzado en agradar a los suyos para capear la inflación durante la etapa final de la legislatura.
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El propio presidente aprovechó su intervención final para agradecer a todas las fuerzas progresistas del arco parlamentario su contribución en todas y cada una de las leyes y propuestas que han sacado adelante, independientemente del partido al que pertenezca su carnet de militante. Mención específica para sus compañeros en Moncloa: “De forma especial quiero acordarme de Unidas Podemos por su apoyo prestado en estos dos años y medio. También quiero acordarme del grupo socialista. Vosotros sois los protagonistas de muchas de las conquistas sociales que hemos logrado”.
El Gobierno sale más unido, al menos, en apariencia. Los morados se congratularon de las medidas anunciadas así como del tono empleado por Sánchez. Sin embargo, pese a que la formación morada y el independentismo catalán y vasco lo han celebrado, creen que no es suficiente.
Los tres partidos han registrado sendas resoluciones instando al Congreso a crear una empresa pública de energía para revertir el alza de los precios, atajar la crisis climática apostando por las renovables y acelerar la transición ecológica. En el caso de Esquerra y EH Bildu, la propuesta es conjunta e incluye, también, que el impuesto a las energéticas se aplique “inmediatamente” y de forma permanente.
