Investigado a petición de una juez
El polémico caso de la denuncia, ahora archivada, contra el ex Ministro presentó desde el principio muchos interrogantes. Para empezar la ex mujer, Natalia de la Nuez, nunca presentó una denuncia, primero negó que le hubiera maltratado y luego declaró ante el juez lo contrario, y todo ello enmarcado en un duro proceso de divorcio.
Todo se desencadenó cuando la policía acudió por segundo vez al domicilio de la ex mujer y su hijos por un incendio, el segundo en quince días. López Aguilar no estaba en el domicilio. Los vecinos relataron a la policía que había muchas broncas conyugales, que Natalia de la Nuez presentaba en ocasiones estado de embriaguez y fueron familiares de la mujer las que hablaron de malos tratos.
La juez de Violencia contra la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria pidió por segunda vez el pasado mes de mayo al Tribunal Supremo que investigara a Juan Fernando López Aguilar por dicho delito. La petición se hizo en contra del criterio del fiscal, que recomendó el sobreseimiento.
La primera solicitud de esta magistrada fue desestimada por la Sala de lo Penal del alto tribunal, por no observar en sus argumentos indicios suficientes para abrir una causa por violencia de género y por considerar que algunos de los hechos que relataba ya habían sido denunciados el pasado mes de enero y archivados en firme. Ahora ha sido archivado definitivamente.
Chantaje
El ex ministro de Justicia negó siempre “haber sido autor de malos tratos físicos y verbales” a la que ahora es su ex mujer, y garantizó su “inocencia”. “Ha sido muy doloroso ver que personas a las que has querido y por las que has trabajado y comprometido te amenazan de que si culminas la ruptura matrimonial sufrirás, como estoy sufriendo ahora la agresión a mi honorabilidad, credibilidad y mi trabajo político de tantos años”, explicó López Aguilar en un comunicado.
El político socialista explicó que tenía mensajes de su ex mujer amenazantes y denunció que todo el escándalo era un chantaje de Natalia de la Nuez. Por su parte ella, después de negar los malos tratos durante meses, pasó a afirmar lo contrario y afirmó haber sido "maltratada", al mismo tiempo que sostiene que no considera que el suyo sea un caso de “violencia de género”.