Desde el 11-S no hay seguridad suficiente para los policías y guardias civiles encargados de escoltar a las autoridades españolas. Si bien el fin de ETA supuso garantizar la estabilidad en un frente, el ascenso del terrorismo yihadista y de los "lobos solitarios" de ultraderecha, como Anders Breivik, el asesino de Utoya, hacen que se busque el máximo control sobre los movimientos de los presidentes del Gobierno, a los que no se les ofrece demasiadas opciones para elegir la manera en la cual se trasladan de un sitio a otro. Si bien Mariano Rajoy, tras el accidente de helicóptero en el que resultó herido leve (y Esperanza Aguirre ilesa), procuraba evitar el transporte aéreo lo máximo posible. 

Pese a todo, el PSOE ha querido bajar la intensidad de las críticas que se le hacen a Pedro Sánchez por no tener la fobia de su antecesor al tranporte aéreo. Y aunque los servicios de seguridad de La Moncloa insistan en que el presidente ha de moverse preferentemente en avión o en helicóptero oficiales, sea público o privado el motivo de su viaje, para los actos que son estrictamente de partido el PSOE ha decidido alquilar un jet privado para las aparaciones de Pedro Sánchez en la campaña de las elecciones andaluzas, según informa El Independiente.

Desde la sede del PSOE en la calle Ferraz no se han querido comentar más detalles acerca de estos desplazamientos, aunque los antecesores de Sánchez al frente del PSOE también han tenido que hacer uso de aviones privados durante las campañas electorales,estuvieran en el Gobierno o no.