El Partido Popular se ha librado de un epitafio que parecía ya grabado. La comisión de investigación de la caja B ha echado el cierre sin conclusiones. En otras palabras, el PP saldrá del Congreso de los Diputados y encarará las elecciones generales del 28 de abril sin un solo documento de conclusiones sobre la financiación irregular. Lo que se preveía como un órgano donde se destaparían las vergüenzas del PP ha cristalizado en dos años de trabajo de investigación que caerán en saco roto. La formación ahora liderada por Pablo Casado se ha aliado con el PSOE para dar carpetazo a la comisión sin elaborar conclusiones y sin la posibilidad de reabrirla durante la próxima legislatura para que, al menos, compareciera el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Este martes se reunía la Mesa para tratar de llegar a un acuerdo y emitir un dictamen con las conclusiones de la comisión en base a las comparecencias de los dos últimos años, aún a sabiendas de que ante la inminente disolución de las Cortes (5 de marzo) fruto del adelanto electoral, éstas no podrían ser votadas en pleno.

El desfile de rostros notables vinculados -o como poco salpicados- por la financiación irregular del Partido Popular ha sido la tónica habitual de la legislatura. Personalidades como José María Aznar, Luis Bárcenas, Francisco Granados, María Dolores de Cospedal han comparecido en sede parlamentaria; pero aún queda numerosos flecos por resolver.

La comisión no ha tocado la Operación Kitchen y la que se preveía que sería la joya de la corona, la declaración del ya ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy, tampoco se celebrará.

Todo cambió el pasado mes de diciembre. La comisión aprobó una nueva batería de comparecientes con el objeto de arrojar luz sobre la red del comisario retirado José Manuel Villarejo, así como dilucidar la relación de diversos personajes del PP con el entramado.

Así, se fijaron las comparecencias de Ignacio Cosidó, portavoz del PP en el Senado, y el exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, para el 11 de diciembre de 2018 y, para el 18 del mismo mes, el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, y el empresario y marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro. Sin embargo, esas comparecencias no se celebraron.

Alegando que se sucedían las informaciones periodísticas, toda esta terna se aplazó sine die y la comisión no volvió a reunirse hasta el 12 de febrero de 2019, fecha en la cual Podemos, PSOE y Ciudadanos habían acordado la comparecencia de Rajoy. En su lugar, se reunió la Mesa el 13 de febrero. Una cita en la que se consumó lo que avanzó ElPlural.com: Rajoy no sería citado.

48 horas después, el viernes 15 de febrero, Pedro Sánchez comparece desde la Moncloa para fijar la fecha del adelanto electoral: el 28 de abril. En consecuencia, las cortes se disolverían el 5 de marzo y, por tanto, había que poner fin a la comisión a marchas forzadas.

Una vez decidido que no se citaría a nadie más había dos opciones: acordar unas conclusiones en el seno de la comisión a pesar de que no serían votadas en pleno o dar carpetazo sin conclusiones. Y PP, PSOE y PNV han optado por lo segundo.

Ciudadanos, Podemos y el Grupo Mixto pedían elaborar un documento con unas primeras conclusiones, así como instar a los futuros diputados a reabrir la comisión, citar a Rajoy, Florentio Pérez e Ignacio Cosidó y elaborar propuestas legislativas en consonancia para luchar contra la corrupción. Pero no será así.

¿Pacto secreto PSOE-PP?

En una reunión de la Mesa de la comisión celebrada el pasado 13 de febrero, PP y PSOE se aliaron para impedir la citación de Rajoy y clausurar la investigación. Los socialistas alegaron que, ante la inminente disolución de las Cortes, se debía comenzar a redactar las conclusiones para no cerrar en falso la comisión.

Sin embargo, tiempo ha que sobrevolaban rumores que apuntaban a que los socialistas no solicitarían la comparecencia de Mariano Rajoy. Este periódico publicó el pasado mes de diciembre que se confabulaba con un presunto pacto secreto entre PSOE y PP para no citar al expresidente.

El diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en la comisión sobre la caja B, Gabriel Rufián, encendió todas las alarmas durante una entrevista enElPlural.com. Rufián aseguró que considera al PSOE capaz de cerrar en falso la comisión e, incluso, insinuó que le llegaban rumores sobre un presunto pacto entre socialistas y populares: el PSOE se opondría a la citación de Rajoy a cambio de sortear una hipotética comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba.

“Me empiezan a llegar rumores de que se quieren cargar la comisión y ahí está jugando el PSOE también. Y el PSOE ante la duda siempre cede. También porque la gente que más ha hablado, principalmente Pablo Crespo, han señalado que manera total a Rubalcaba. Y yo siempre enlazo esta comisión con la comisión de investigación de la Operación Cataluña. Ahí viví por primera vez los sudores fríos del PP, PSOE, y evidentemente Ciudadanos como buen lacayo que es, cada vez que se mencionaba el nombre de Villarejo y de Rubalcaba. Recuerdo un día en el que nos viene el PP con el PSOE, y nos dice: si os olvidáis de Rubalcaba y de Villarejo os dejamos a Pino y a Gago. Y yo dije que no. Esto es un chantaje. Fuimos el único grupo parlamentario que seguimos pidiendo a Villarejo. Ni los más revolucionarios sigue pidiendo a Villarejo. Y me suena que esto puede pasar en esta comisión, precisamente porque se están poniendo en la diana a Rubalcaba, que aún es uno de los hombres más poderosos de este país y que maneja el grupo parlamentario que hay sentado a la izquierda del atril”, dijo Rufián a este periódico.

El PSOE negó el pacto

El diputado y portavoz del PSOE en la comisión de la caja B, Artemi Rallo, insistió a este periódico que “nada de nada”. 

Rallo negó de plano cualquier tipo de negociación en este sentido, pero no confirmó que Mariano Rajoy fuera a ser citado. “Nosotros tenemos que concretar nuestra propuesta definitiva de comparecientes. Hay una reunión de la Mesa para el día 5 de febrero que concretaría las últimas comparecencias. Y antes nos tenemos que sentar [el Grupo Parlamentario Socialista] para ver cuáles van a ser las propuestas que vamos a defender en esa Mesa para cerrar la comisión con los últimos comparecientes”.

Eso sí, insistió en que la postura del PSOE no ha cambiado: “Tiene que venir. Y tiene que venir el último”.

Sin embargo, según pudo saber ElPlural.com, la reunión convocada para el pasado 5 de febrero no se celebró y se aplazó para el 12.