El pasado martes se celebró el comité ejecutivo del Partido Popular de Cantabria. Un encuentro que tuvo lugar tras la decisión de ubicar a Ruth Beitia como candidata a la Presidencia en los comicios del próximo mes de mayo. Una designación impuesta desde las entrañas de Génova. De hecho, este jueves será presentada por el propio Pablo Casado como cabeza de lista de los populares cántabros.

La decisión de la dirección nacional del partido cayó como un jarro de agua fría en la formación cántabra, que no encajó demasiado bien el designio de su líder supremo. Supuso una sorpresa para todos la mayoría de miembros que conforman el comité ejecutivo del PP cántabro.

Y es que la totalidad de éste se dirigió a María José Sáenz de Buruaga para rogarle que continuara como presidenta de la formación en la comunidad. De esta manera, los integrantes de este órgano también continuarían. Además, todos ellos se opusieron a la designación de Ruth Beitia como número uno del partido para los comicios autonómicos de mayo.

El órgano popular esperaba que fuera la propia presidenta de la formación la que concurriera a las elecciones como cabeza de lista, pero desde Génova apostaron por el rostro de la exatleta Ruth Beitia, una figura reconocida más por su gigante lista de éxitos deportivos que por sus méritos políticos. La exdeportista, por cierto, no acudió al comité ejecutivo del PP cántabro por motivos personales.

 

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De Buruaga salva a Casado

La militancia del propio también esperaba que de Buruaga fuera la elegida para encabezar la candidatura popular a la Presidencia de Cantabria. Un cisma abierto que la propia presidenta del partido ha decidido cerrar en pos del bien de la organización. Tanto el comité ejecutivo como los propios afiliados han rogado a su líder que continúe al frente de del PP cántabro. Así lo han reconocido fuentes del Partido Popular a ElPlural.com.

El incendio que Pablo Casado ha iniciado desde Génova lo ha sofocado Sáenz de Buruaga, que tenía en el bolsillo a la totalidad de la militancia y de los integrantes del comité ejecutivo – salvo tres abstenciones -. Tras la reunión confirmó que seguiría como presidenta de la formación en Cantabria. Y es que, de no ser así, su salida habría comportado una fuga masiva de afiliados y de directivos regionales, según cuentan a este periódico fuentes populares.

También confirman que “se queda por el bien del partido y porque el propio Pablo Casado se lo ha pedido”, sabedor de lo que podría haber significado su marcha de la formación. Además, de haberse ‘exiliado’, con ella se habrían derrumbado “las candidaturas municipales que ya están cerradas”.