El PP nacional deja sola a Esperanza Aguirre. Mientras han centrado todos sus esfuerzos en dejar más que blindada a la que fuera alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al incluirla en la Comisión Permanente del Senado; parece que van a hacer todo lo contrario con Aguirre.

Ambas se han visto directamente rodeadas por investigaciones para aclarar la supuesta financiación ilegal del partido en sus correspondientes comunidades. Barberá, por la operación Taula. Aguirre, por la operación que se ha iniciado este mismo jueves y que ha llevado al registro de los domicilios del miembro del consejo de administración de OHL, Javier López Madrid, y del que fuera su gerente Beltrán Gutiérrez Moliner.

De hecho, también se ha registrado el despacho de Guitiérrez, un despacho en la sede de Génova y del que la Guardia Civil se ha llevado su ordenador personal.

 

Por todo esto, y quizás por las continuas salidas de tono de Aguirre hacia el actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, según ha asegurado La Sexta, el PP nacional no piensa ayudarla en su defensa. “Esperanza Aguirre sabrá”, han dicho. Desde la cúpula nacional del PP parece que a Aguirre la tienen ganas o que no encuentra muchos amigos, pero tampoco entre las filas del propio PP de Madrid, según ha explicado la periodista Cristina Pardo.

Aguirre ha bajado en la tarde de este jueves de su despacho de la sede de Génova para comenzar su defensa en solitario y asegurar que, al menos hasta lo que ella sabe, “en el PP no ha habido ninguna financiación ilegal”.

Aun así, los hechos son los hechos. Gutiérrez fue el gerente del PP de Madrid de Aguirre y el encargado de llevar sus campañas electorales. Cuando fue investigado por el escándalo de las tarjetas black, fue cesado. Pocas horas después, Aguirre llegó a su rescate y, sin decir nada a nadie, le volvió a contratar.

Ahora asegura que es "un hombre de la casa" y que como funcionario tiene un despacho en la sede del PP madrileño. Sin más.