A pesar de que la mayoría de los estudios demoscópicos dan por hecho que la coalición izquierdas Unidos Podemos (Podemos, IU, En Comú Podem, Compromís y Mareas) desplazará al PSOE como segunda fuerza política en las elecciones del 26 de junio, superándolo en escaños y en votos, y convirtiendo en realidad el tan cacareado “sorpasso”, esperado ansiadamente por Pablo Iglesias, en algunas comunidades, como es el caso de Castilla La Mancha, el “sorpasso” puede darse pero los damnificados en vez de ser en el partido de Pedro Sánchez sería el de Albert Rivera, a tenor de los resultados obtenidos por estos cuatro partidos políticos en tierras castellano-manchegas, donde los cambios bruscos se antojan difíciles, por no decir imposibles, pero donde, sin embargo, habrá un posible resultado muy parecido al obtenido el pasado 20 de diciembre, aunque con las tornas cambiadas a favor de Unidos Podemos en detrimento de Ciudadanos, y eso que algunas encuestas aseguran que la formación naranja no sólo mantendrá sus tres actuales escaños, sino que arrancará uno más que perdería el PP, llegando a los cuatro diputados.

Unidos Podemos, 4; C’s, 1

Castilla La Mancha elige un total de 21 de diputados (10, PP; 7, PSOE; 3, C’s, y 1, Podemos) que hasta las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre se repartían PP y PSOE, siendo el partido de Mariano Rajoy el claro ganador durante los últimos 20 años. Sin embargo, en diciembre, y por primera vez desde la Transición, dos nuevos partidos irrumpieron en la escena política castellano-manchega consiguiendo lo inalcanzable hasta ese momento: representación parlamentaria. Mientras que Ciudadanos lograba tres escaños, uno por cada provincia de Albacete, Guadalajara y Toledo, Podemos conseguía un diputado por Toledo, ambos a costa del PP que perdía las cuatro actas a favor de los recién llegados. ¿Pero qué ocurrirá el 26 de junio, una vez sumadas las fuerzas de Podemos e IU en esta comunidad? Si nos atenemos a los resultados del 20-D, que no cambiarán sustancialmente el 26-J, Unidos Podemos obtendría 4 diputados, que le arrebataría C’s (2) y al PP (1), mientras que el PSOE se quedaría con los siete logrados en diciembre pasado.

La vuelta a la tortilla en Albacete y Guadalajara

Siempre aplicando los mismos o parecidos resultados de diciembre, el “sorpasso” de Unidos Podemos a Ciudadanos en Castilla La Mancha es algo más que probable, sobre todo sabiendo que el partido de Pablo Iglesias se quedó a 819 votos de lograr un diputado en Guadalajara y a otros 1.500 en Albacete. En ambas circunscripciones la formación de Rivera logró los dos diputados; sin embargo, si ahora sumamos los votos de Podemos e IU en estas dos provincias, entonces, el vencedor, y además por goleada, es la nueva coalición de izquierdas en detrimento del partido naranja, que sería superado con amplitud por la suma de los dos nuevos socios para este 26 de junio. Un “sorpasso” que al PSOE le quedaría lejos, ya que en ambas provincias mantiene un diputado y es imposible que pierda su escaño en Guadalajara o en Albacete.

Cospedal perdería un diputado en Ciudad Real

Pero Unidos Podemos no se conforma con arañar dos diputados a Ciudadanos, también le mueve la silla al PP de María Dolores Cospedal en Ciudad Real, donde Podemos se quedó a sólo mil votos para lograr un acta para el hermano del exministro de Cultura, cuya cabeza de lista la ocupa hoy una militante de IU, de las pocas que le ha ofrecido Iglesias a Garzón, se supera ahora con creces en detrimento de los “populares”, que pasarían de los tres diputados actuales a dos, idénticos escaños que tiene el PSOE, que difícilmente perdería alguna de estas actas, máxime en una provincia donde suele obtener los mejores resultados autonómicos y locales.

La batalla de Toledo

Si tenemos en cuenta que la foto fija desde la década de los 90 en Cuenca es siempre la misma (PP, 2; PSOE, 1), entonces ya sólo quedaría la batalla de Toledo, donde los socialistas parecen haber alcanzado su suelo electoral, con el 27 por ciento de los votos (106.000), y por lo tanto se antoja difícil que el PSOE pierda aquí alguno de sus dos diputados actuales, los mismos que tiene el PP, cuyo cartel encabezado por María Dolores Cospedal cosechó el peor resultado de las dos últimas décadas, perdiendo dos escaños y más de 70.000 votos. Sólo un cataclismo electoral podría llevar a los socialistas a obtener solamente un diputado. Y no sería posible a no ser que el partido de Pedro Sánchez perdiera en torno a los 10.000 votos y que el PP de Mariano Rajoy sumara la misma cantidad, improbable. Cómo inalcanzable se presenta también que Unidos Podemos supere al PSOE en Toledo, entre ambos partidos hay una diferencia de 40.000 votos a favor de los socialistas. Y es que, en palabras de su secretario provincial, Álvaro Gutiérrez, “los socialistas estamos ilusionados con una candidatura que es extraordinariamente buena integrada por personas preparadas y con suficiente experiencia para trabajar por la provincia y sus comarcas”.