Ignacio Romaní Cantera, del Partido Popular de Andalucía, ha tomado este martes posesión de su escaño en el Congreso de los Diputados.

Un mandato que puede ser uno de los más breves de la democracia, ya que en menos de una semana está prevista la disolución de las Cortes por la convocatoria anticipada de las elecciones el próximo 28 de abril. De este modo, todo apunta a que su mandato acabará dentro de una semana, el 5 de marzo.

El nuevo diputado sustituye en la Cámara a la exalcaldesa de Cádiz Teófila Martínez, que dejó el escaño tras ser nombrada presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) por el Gobierno de PP y Ciudadanos que soporta Vox en la Junta de Andalucía.

Gestión bajo sospecha

Romaní es uno de los hombres más polémicos del PP de Andalucía. Y es que las sombras sobre su gestión cuando estaba al frente de la sociedad pública Aguas de Cádiz se acumulan desde hace meses.

En abril de 2018 se conoció que la empresa municipal pagó 42.000 euros por un trabajo de asesoramiento al catedrático que dirigió su tesis doctoral. Romaní tardó apenas un año en realizar su trabajo universitario. Catedráticos consultadosconsideraron "casi materialmente imposible realizar una tesis en menos de tres años y más si lo compatibilizas con un trabajo".

Poco después, se desveló la alegría con la que desde Aguas de Cádiz también se gastaba el dinero público en gambas, vinos, copas, comilonas, regalos institucionales, recibos de gastos de representación de hasta 700 euros… y todo ello entre los años 2011 y 2013, es decir, en plena crisis económica y con las instituciones sometidas a fuertes restricciones de gasto.

Tal y como informó ElPlural.com, existen facturas de “comidas pagadas a nombre de Ignacio Romaní, pero abonadas por Aguas de Cádiz, en el conocido restaurante El Faro donde se incluían corvinas con vieiras o gambas blancas y licores como un Campari. O en el establecimiento Cumbres Mayores, donde la comida se remataba con un whisky y un gin tonic. Algunas facturas presentaban 40 copas de vino y cerveza, además de tres gin tonics, como ocurrió en otra anotación de una comida de 146 euros, donde el alimento sólido fueron cinco tapas del día, un paquete de patitas, dos platos de tortilla y uno de jamón de Jabugo”.

Entre los gastos más llamativos figura una factura de cinco kilos de gambas en diciembre de 2013 u otra del 22 de noviembre de 2013, en el restaurante El Faro, para seis comensales, por 300 euros, en la que se incluían “dos botellas de albariño Frore de Carme, a 32,73 euros la botella sin IVA”.