Las sombras sobre la gestión del actual portavoz del PP en el Ayuntamiento, Ignacio Romaní, cuando estaba al frente de la sociedad pública Aguas de Cádiz se acumulan. Tras conocerse en abril pasado que la empresa municipal le pagó 42.000 euros por un trabajo de asesoramiento al catedrático que le dirigió la tesis a Romaní cuando éste la presidía, hoy Radio Cádiz desvela la alegría con que Aguas de Cádiz gastaba el dinero público durante la etapa en que fue presidida por el hombre de confianza de la alcaldesa Teófila Martínez: gambas, vinos, copas, comilonas, regalos institucionales, recibos de gastos de representación de hasta 700 euros… y todo ello entre los años 2011 y 2013, es decir, en plena crisis económica y con las instituciones sometidas a fuertes restricciones de gasto.

Ignacio Romaní es concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cádiz desde 1999. Persona de confianza de Teófila Martínez cuando fue alcaldesa, ocupó la Tenencia de Alcaldía de Presidencia y Área metropolitana y la coordinación del área de Desarrollo Económico. También fue portavoz del equipo de gobierno y miembro del Comité Ejecutivo Provincial del PP de Cádiz como vicesecretario de Organización.

146 euros en tapas

La información difundida hoy por la emisora de la cadena SER y firmada por Pedro Espinosa desvela facturas de “comidas pagadas a nombre de Ignacio Romaní, pero abonadas por Aguas de Cádiz, en El Faro, donde se incluían corvinas con vieiras o gambas blancas, y licores como un Campari. O en Cumbres Mayores, donde la comida se remataba con un wiski y un gin tonic. Algunas facturas –señala la información– presentaban 40 copas de vino y cerveza, además de tres gin tonics, como ocurrió en una anotación de una comida de 146 euros, donde el alimento sólido fueron cinco tapas del día, un paquete de patitas, dos platos de tortilla y uno de jamón de Jabugo”.

Entre los gastos más llamativos figura una factura de cinco kilos de gambas de diciembre de 2013 u otra del 22 de noviembre de 2013, en el restaurante El Faro, para seis comensales, por 300 euros, en la que se incluían “dos botellas de albariño Frore de Carme, a 32,73 euros la botella sin IVA”.

Una tesis bajo sospecha

En marzo de 2013 Ignacio Romaní defendió su trabajo, de 160 páginas y titulado ‘Responsabilidad social de la empresa: un estudio en empresas públicas de Cádiz’, que tardó apenas un año en realizar, aunque catedráticos consultados por medios locales de Cádiz consideraron "casi materialmente imposible realizar una tesis en menos de tres años y más si lo compatibilizas con un trabajo".

Entre 2011 y 2015 y siendo presidente el concejal Romaní, la  empresa municipal Aguas de Cádiz abonó los 42.000 euros al denominado Observatorio Andaluz de Responsabilidad Social de la Empresa, un grupo de investigación dirigido por el profesor Carlos Guillén, por un informe que versaba precisamente sobre la responsabilidad social de la empresa pública. Pese a la similitud del título de la tesis de Romaní, este y Guillén aseguran que el enfoque de una trabajo y otro era distinto.

El investigador de sí mismo

Aun así, tanto Aguas de Cádiz como la Universidad aseguran no tener constancia documental del trabajo por el que la primera pagó esos 42.000 euros a quienes, al menos en teoría, eran un grupo de trabajo de la Universidad de Cádiz.

El Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por Podemos, creó una comisión de investigación para investigar el caso, pero el PP pretendía que participara en ella el propio Romaní y, por tanto, que se investigara a sí mismo.

Ante la negativa de los populares a proponer otro nombre, el lunes pasado Podemos, Ganar Cádiz y PSOE decidían en el consejo de administración de Aguas de Cádiz disolver la comisión de investigación. La justicia será seguramente el único camino para esclarecer lo sucedido.