El PP de Castilla-La Mancha lo viene advirtiendo desde hace un año, pero con mayor insistencia desde el pasado mes de abril: cada vez que Mariano Rajoy se da un baño de masas manchegas en cualquier provincia de la región en compañía de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, “nos estalla un nuevo caso de corrupción, nos señala la justicia o alguno de los nuestros es el centro de un escándalo mayúsculo”, aseguran fuentes conservadoras consultadas por ELPLURAL.COM en referencia a las grabaciones protagonizadas por el ministro del Interior e incondicional colaborador de Rajoy desde hace 24 años, Jorge Fernández Díaz, dadas a conocer en la tarde/noche del martes, justo en el momento en el que el presidente en funciones se dirigía a sus seguidores, que abarrotaban el Palacio de Pedro I de la localidad toledana de Torrijos, para arengarlos con  una de sus demoledoras frases: "el voto al PP sirve para que el PP gobierne en España (sic)”, aunque a este paso lo tiene muy difícil.

Debacle electoral

Después de Madrid, por razones obvias, Castilla La Mancha es la comunidad que más veces visita Mariano Rajoy desde que envió a María Dolores de Cospedal a hacerse con las riendas del partido, ahora hace justamente 10 años. Desde entonces, el presidente del Gobierno en funciones ha estado en casi medio centenar de ocasiones en Toledo, numerosas veces en Ciudad Real y algo menos en Albacete, Cuenca y Guadalajara, curiosamente estos tres municipios están gobernados por la formación conservadora. Sin embargo, desde las elecciones autonómicas y locales de 2015, con su participación directa en numerosos actos, el PP perdió la presidencia de la Junta de Comunidades, los ayuntamientos de Ciudad Real, Alcázar, Manzanares y Tomelloso, además de las diputaciones de Albacete y Toledo. Un varapalo electoral que se vio ampliado, aún más si cabe, en los comicios del 20-D con la pérdida de 200.000 votos y cuatro diputados. El peor resultado del PP de los últimos 20 años en tierras castellano-manchegas. A partir de aquí sonaron las alarmas y los “populares” manchegos comenzaron a ver en Rajoy más que a un líder, a “un gafe; un gafe en toda regla”, corroboran las mismas fuentes.

La caída de “los dioses”

Lo que está claro es que ya nadie duda en el PP que preside María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha que Mariano Rajoy “trae mala suerte”, añaden nuestros interlocutores, “cómo si no se explica que los escándalos de Soria, Rita Barberá y Fernández Díaz hayan saltado por los aires el mismo día en el que Rajoy nos visitaba; porque una vez puede pasar, ¿pero dos?, ¿o tres?, ¿o cuatro?...yo no soy supersticioso, pero es verdad que son demasiadas casualidades y que generalmente es aquí, en Toledo, donde estallan los escándalos”. En este sentido, hay que subrayar que no es la primera vez que ELPLURAL.COM recoge estas coincidencias, atendiendo a las sospechas de destacados militantes que en privado no se cortan a la hora de llamar a Rajoy “El gafe de La Mancha”.

Primero fue Soria…

Y como muestra, un botón. Corría el mes de abril y a Cospedal se le ocurrió convocar el mismísimo día de la conmemoración de la II República, el 14, a todos los presidentes de las diputaciones del PP para que posaran en un espectacular fotocall natural como es la Hoz del río Huécar desde la explanada del parador de Cuenca. En ese mismo instante se hacía público que su ministro de Industria, José Manuel Soria, había mentido y quedaba demostrado que, efectivamente, había sido titular de una sociedad offshore en el paraíso fiscal de Jersey. Una mentira que le llevó a la dimisión, minimizada este miércoles por Cospedal al asegurar que la renuncia del exministro y amigo personal de la secretaria general del PP se debió a que trasladó “erróneamente” una información.

…Después Rita…

La noticia frustró todas las expectativas del acto y cada uno se volvió a su tierra con “el rabo entre las patas”, precisaron en su momento fuentes del PSOE conquense. Días después, Cospedal pretendió resarcir del disgusto a Rajoy y lo invitó a dar un paseo por las calles de El Toboso (Toledo) y conocer de cerca la cultura cervantina por aquello de que 2016 es el año de IV Centenario de Cervantes. Dicho y hecho. Apenas había recorrido unos metros cuando sus asesores le informaban que el titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, que investiga un presunto delito de blanqueo de capitales en el seno del Grupo Popular en el Ayuntamiento de la ciudad del Turia, había pedido al Tribunal Supremo la imputación de la exalcaldesa y senadora del PP, Rita Barberá, por presunto blanqueo de hasta 50.000 euros de origen desconocido. Rajoy plegó alas y se refugió en La Moncloa

…Y ahora Fernández Díaz

Con estos antecedentes de mal fario, y sabiendo Cospedal que después de visitar la localidad toledana de Guadamur donde Rajoy recibió el título de “persona grata” de manos de la alcaldesa del PP en desagravio del desprecio sufrido en Pontevedra, la ciudad gallega que le vio crecer y que le nombró “persona non grata”, y que al día siguiente Bruselas anunciaba sanciones (aplazadas hasta después del 26-J) para España por el agujero fiscal y el incumplimiento del déficit, o que después de la visita del presidente del Gobierno en funciones se proyectarían imágenes en el castillo de la localidad  de Hitler, Franco y Pétain, con el consiguiente escándalo a nivel nacional. Con todo este cúmulo de gafadas, a Cospedal no se le ocurre otra cosa que volver a invitar a Mariano Rajoy a Castilla La Mancha…y ¡zas! “saltó la liebre”, o mejor dicho, saltó el escándalo de las grabaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, íntimo amigo también, por cierto, de María Dolores de Cospedal. Afortunadamente para el PP, Rajoy no tiene intenciones, por ahora, de visitar la comunidad donde se ha ganado a pulso el sobrenombre de “Gafe de La Mancha”.