El fiscal del caso Lezo, Carlos Yáñez, ha presentado su renuncia a la plaza que ostenta en la Fiscalía Anticorrupción tras más de 6 meses investigando al principal imputado, el expresidente madrileño Ignacio González, que ayer salió de prisión tras pagar una fianza de 400.000 euros.

Fuentes fiscales han dicho que la decisión del fiscal puede deberse a razones personales y familiares. La salida de Yáñez de Anticorrupción no es definitiva en tanto que ahora el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, puede solicitarle que siga al frente de la investigación durante más tiempo por razones de trabajo.

Un día después de la salida de González
La decisión de Yáñez de renunciar a su puesto en la Fiscalía Anticorrupción se ha dado a conocer un día después de que el principal investigado del caso saliese de la cárcel con el pago de una fianza de 400.000 euros al considerar el juez que el riesgo de fuga y de que maneje fondos en el extranjero ha disminuido.

Yáñez asumió hace unas semanas el peso de la investigación de Lezo, ya que la otra fiscal del caso, Carmen García, renunció a continuar con ella al llevar a la vez otra causa de corrupción compleja, el caso Púnica, por el que está siendo investigado el exconsejero madrileño Francisco Granados.

Presiones en esta causa
En el inicio del caso Lezo, el fiscal Yáñez llegó a enfrentarse incluso al entonces jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, que trató de limitar los registros en el Canal de Isabel II.

Yáñez y su compañera Carmen García lograron el apoyo de sus compañeros. El fiscal había amenazado con dejar el puesto si no se le dejaba seguir adelante con las investigaciones. Moix quedó en una posición muy comprometida y terminó dimitiendo tras descubrirse que poseía el 25 por ciento de una sociedad familiar en Panamá.