El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado domingo que el líder de la organización yihadista Estado Islámico, Abú Bakr Al Baghdadi, había muerto durante una operación ejecutada el sábado por las fuerzas especiales del Ejército estadounidense en la localidad siria de Barisha, en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía. "Abú Bakr Al Baghdadi está muerto", declaró el presidente de Estados Unidos.

Al Baghdadi se inmoló con un chaleco explosivo durante el asalto, ejecutado en conjunto por entre 50 y 70 efectivos de la Fuerza Delta y los Rangers del Ejército de Estados Unidos, contra el complejo residencial en el que se encontraba, a menos de cinco kilómetros de la frontera con Turquía.

Los operativos estadounidenses identificaron con éxito el rostro de Al Baghdadi, que no resultó alcanzado por la explosión del chaleco, de acuerdo con las fuentes militares norteamericanas. Para terminar de verificar la identidad del líder terrorista se emplearán pruebas de AND cuyos resultados se conocerán en un plazo de 24 horas.

La operación no ha dejado bajas entre las filas estadounidenses, según han confirmado en principio fuentes del Departamento de Defensa de EEUU, también a la cadena Fox News.

Nuevo líder para DAESH

El Estado Islámico ha anunciado este jueves a su nuevo líder, Abú Ibrahim al Hashimi al Qurashi, al tiempo que ha confirmado la muerte del anterior, Abú Bakr al Baghdadi, en un mensaje difundido por la agencia de noticias Amaq, uno de sus canales de propaganda.

El mensaje, una grabación de voz de unos ocho minutos de duración, ha servido para anunciar la designación de Al Qurashi y la del nuevo portavoz de Estado Islámico, Abú Hamza al Qurashi.

La organización terrorista ha asegurado que ambos son descendientes del profeta Mahoma, una condición que también se le atribuía a Al Baghdadi y que le permitió declararse califa en 2014.