José Luis Peñas, denunciante del 'caso Gürtel'



José Luis Peñas, el hombre que destapó el caso Gürtel,  siempre habló de las vinculaciones de la trama con Alejandro Agag, el conseguidor. Ahora es Agag quien no ha tenido más remedio que reconocer que la trama le pagó la iluminación de su boda: 32.452 euros.  "Hay cosas que no se pueden ocultar y al final la verdad sale a la luz", dice. En su opinión, la actitud de Agag, que amenaza y sigue amenazando a quienes insinúen su relación con la Gürtel, es de "desvergüenza total". "En el 2010, recuerda, ya estaba publicado todo esto que está saliendo ahora. Eran sus amigos y la pregunta que había que hacerle es si ese regalo Correa se lo hace a él, a Ana Aznar o más bien al propio José María Aznar, en calidad de presidente del Gobierno".

Un botín de mucho más de 1.000 millones
El denunciante de la Gürtel está convencido de que todo se sabrá, incluidos los detalles de la relación del yernísimo con la Gürtel. Hasta ahora, poco a poco, comenta, se ha venido confirmando todo lo que denunció hace ya cinco años. "Sólo me equivoqué en una cosa, yo pensaba que Bárcenas se había llevado 1.000 millones de pesetas, que fue lo que Correa me había dicho que le había dado. A la vista de los papeles publicados, el extesorero del PP pudo llevarse mucho más", asegura irónico en declaraciones a ELPLURAL.COM.

El PP, una "montaña de inmundicia"
"El PP se ha convertido en una montaña de inmundicia. En cualquier democracia normalita, el presidente del Gobierno y del partido habría dimitido o, al menos, habría dado alguna explicación. Aquí no. Resulta que la cúpula del partido cobró millones durante años, no sé si de forma legal o no, pero sí de forma irregular y él ni se inmuta. Los titulares son demoledores y mientras tanto, el Gobierno se dedica a quitar el dinero a los funcionarios y dárselo a la banca".

Jacobo Gordón, el amigo de Agag
Peñas reconoce que Correa, delante de él, no fue demasiado explícito sobre su relación con Alejandro Agag. "Hablaba más de Jacobo Gordon, su amigo íntimo y con quien hacía negocios", comenta. Quién le puso al tanto de la relación con Agag fue su entonces mujer , Carmen Rodríguez Quijano, compañera en el Ayuntamiento de Majadahonda. Ambos -él, como concejal y ella, asesora de relaciones externas- trabajaban a las órdenes de otro Gürtel, Guillermo Ortega.

Con los business a cuestas
Carmen, recuerda Peñas, siempre se refería a Agag como alguien "muy cercano" a su entonces marido: "Era del dominio público, por otro lado. Ambos acudieron a la boda y él fue uno de los testigos, sentado durante la ceremonia nada más ni nada menos que junto al mismísimo Berlusconi". Según asegura el denunciante de la Gürtel, siempre que Carmen hablaba de Agag, "la palabra business siempre salía a relucir".

Fue en Majadahonda, precisamente, donde se dio cuenta de los tejemanejes de Ortega con Correa al hablarle de una lista de empresas a las que había que echar una mano porque ayudaban al PP. Allí tomó la decisión de grabar las conversaciones de las que era testigo y que han dado lugar al mayor caso de corrupción en España.