La puerta  giratoria de la política no sólo funciona con las empresas privadas. También en administraciones públicas, aun cuando tu nombre aparece vinculado a la mayor trama de corrupción de la democracia. Es el caso de Miguel Ignacio González Sánchez-Zorita, que tras ser concejal en Salamanca, estuvo en el germen del nacimiento del caso Gürtel (fue teniente de alcalde en Boadilla del Monte), después huyó volvió a su región para ser secretario general de Deportes de la Junta de Castilla y León, también en manos de los populares, y ahora pretende volver a donde empezó todo: a Majadahonda. Narciso de Foxá, el alcalde de este municipio -vecino de Boadilla y donde la Gürtel hizo también de las suyas- quiere nombrarle a dedo su asesor por 44.000 euros anuales.

Miguel Ignacio González Sánchez-Zorita, al que llamaremos Zorita para abreviar, aparece ya en las primeras informaciones sobre la Gürtel, cuando sólo parece ser una trama arraigada en los municipios más ricos del noroeste de Madrid, donde gobierna el PP con manga ancha.

El vídeo de Correa
Allí, en Boadilla del Monte, epicentro de la Gürtel, trabajaba Zorita como teniente alcalde, concejal de Obras y mano derecha del regidor, Arturo González Panero, conocido por la trama como El Albondiguilla. Concretamente, Zorita se supone que aparece en un vídeo con Panero repartiéndose una comisión, grabación que habría usado Correa para chantajearles, según le contó Isabel Jordán, una de sus empleadas, a la Policía.

Vuelta a Castilla y León
Cuando todo salió a la luz, Zorita, que antes había sido concejal en Salamanca, ya había vuelto a su tierra natal para ser secretario general de Deportes de la Junta de Castilla y León. Curiosamente, encargado de unos de los ámbitos preferidos de la Gürtel. Él negó salir en ningún vídeo ni saber nada de fajos de billetes.

Comprador compulsivo
Otro de los aspectos sobre el que se puso la lupa fue el rápido crecimiento de su patrimonio, al que en cinco años sumó cuatro inmuebles: en 2001, nada más empezar a trabajar en Boadilla, se compra un apartamento en el casco antiguo de Salamanca. Pero el mejor año fue el de 2005, en el que se hizo con un dúplex en el emblemático barrio de los Austrias de Madrid, y unas semanas después compra la mitad de una casona de 200 metros cuadrados en Candelario, uno de los pueblos más turísticos de Salamanca.

El cuarto inmueble lo escritura en 2006, nada más volver a Castilla y León, y es un piso de casi 70 metros junto a la famosa catedral de Salamanca.

El puente aéreo
Aunque en un principio chirríe este puente aéreo entre Castilla y León y Madrid, hay que tener en cuenta que uno de los principales empresarios imputados –y ejemplo del modus operandi de la trama para Baltasar Garzón- es José Luis Ulibarri. Este magnate de la construcción ha amasado su fortuna en Castilla y León, pero fueron unas operaciones inmobiliarias suyas en Boadilla las que valieron para tirar del hilo que hoy forma la gran madeja de la Gürtel.

Fichaje a dedo
Y con todo este bagaje a su espalda, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que presume de haber limpiado la Gürtel aunque rechaza crear una comisión de investigación, está empeñado en contratar a Zorita como asesor en uno de los municipios donde más se lucró la trama. Y piensa hacer el fichaje a dedo y pagándole una suculenta cifra de 44.000 euros anuales por ser su asesor.

“¿Está obligado?”
Ante esta decisión, los socialistas locales se preguntan si “el alcalde se está viendo obligado a contratar al Sr. Zorita” y si “ha comprobado toda la información que existe sobre él”. “¿Por qué el Alcalde se negó a constituir una comisión de investigación que aclare y depure posibles responsabilidades políticas en Majadahonda durante el periodo de la trama Gürtel, etapa en la que Foxá era teniente de alcalde y presidente de la empresa municipal de la vivienda?”, se cuestiona el líder socialista, Borja Cabezón.