[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"24103","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-329829","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"640","height":"320","alt":"Aznar, Cospedal y Labrador en la campa\u00f1a del 24-M \/ Foto PP"}}]] Aznar, Cospedal y Labrador en la campaña del 24-M / Foto PP

 

 


La película es más o menos así: El número tres (Arturo García-Tizón) de la lista del PP a la alcaldía de Toledo encabezada por el exdelegado del Gobierno en Castilla-La Mancha (Jesús Labrador), habilitaba a toda prisa el reingreso a la Diputación de Toledo, que el número tres presidía hasta hace unas semanas, para que el número uno de la lista “popular”, funcionario de este entidad pública en excedencia, pudiera cobrar un sueldo (5.000 euros/mes aproximadamente) del organismo provincial sin perder ni un minuto ( ni un euro) entre el tiempo transcurrido de su cesantearía en la Delegación del Gobierno y la vuelta “a casa” provincial. Todo un alarde de efectividad que la mayoría de los funcionarios en idénticas condiciones querrían para sí.

Cesado el día 10; admitido el día 11
Es decir, Jesús Labrador cesó como delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha el viernes, 10 de abril (). Veinticuatro horas después, su amigo, compañero de partido y número tres de su lista electoral, Arturo García-Tizón, no dudaba en decretar su readmisión en la Diputación que el polémico, también diputado nacional, presidía hasta hace unas semanas. Y lo decretaba por la cara, sin ruborizarse y con efectos retroactivos, ya que el decreto fue firmado el 24 de abril pero con resultas legales desde el día 11 del mismo mes. “Un chollo, que muchos funcionarios quisiéramos cuando algunos de nosotros pedimos el reingreso en la Diputación tras un periodo de  excedencia voluntaria”, concreta un sindicalista a ELPLURAL.COM

¿Qué hizo entre el 11 abril y el 7 de mayo?
¿Chollo? ¿Privilegio? El caso es que nadie en Diputación recuerda ver a Jesús Labrador entre el 11 de abril y el 7 de mayo realizar tarea laboral alguna. ELPLURAL.COM no ha encontrado ni un solo testimonio que acredite que Jesús Labrador trabajó durante esos 25 días en el organismo presidido por su número tres de la candidatura, García-Tizón. Nadie en el organismo provincial ha sabido responder a nuestra pregunta. Eso sí, nos han hablado de los derechos de Jesús Labrador, que como funcionario le permite ser retribuido y ausentarse de su puesto de trabajo durante los 15 días que dura la campaña electoral (8-24 de mayo). ¿Y los otros 25 días, dónde estuvo? ¿En qué departamento de la Diputación desarrolló su labor? ¿Con qué funcionarios compartió ya no despacho, si no espacio físico?

Reuniones, encuentros y entrevistas
Y es que el algodón no engaña, y mucho menos Facebook, Twitter y el resto de las redes sociales (#JuntosHaremosToledo). El caso es que durante esos 25 días, con sus 25 mañanas, Jesús Labrador realizó una intensa agenda de contactos, encuentros, reuniones y entrevistas (como no podía ser de otra forma; ¡el candidato el PP a la alcaldía de Toledo!) que le impedían realizar otro trabajo que no fuera el propio de aspirante al sillón municipal, porque por aquel entonces Labrador no poseía el don de la ubicuidad; no sabemos si ahora está tocado por la Virgen del Sagrario y ha accedido a la omnipresencia. Al menos hasta el 23 de mayo, no.

¿Qué trabajo realizó Labrador en Diputación?
Ante esta poca clara situación laboral de Jesús Labrador, ELPLURAL.COM pidió a la Diputación Provincial el decreto firmado por el expresidente Arturo García-Tizón (“expulsado” de la presidencia por Ciudadanos), y cual no fue nuestra sorpresa al comprobar que el candidato Labrador, hoy jefe de la oposición municipal en el Ayuntamiento de Toledo, disfruta, goza, de una comisión de servicio ad hoc de la que podía ser titular hasta que el puesto no fuera “cubierto en propiedad”, dice el decreto (). Es decir, Labrador podría haber estado sine die en el limbo funcionarial si no hubiera ganado la confianza de los diputados el candidato socialista, y hoy presidente Álvaro Gutiérrez, quien según fuentes consultadas por esta redacción no tardará en derogar ese decreto “entre amigos”, que viene a corroborar las dudosas artes administrativas ejecutadas durante los últimos cuatro años por el PP en la Diputación de Toledo.