El donostiarra Nicolás de Miguel se hizo un importante hueco en la actualidad política durante la campaña de las elecciones autonómicas del País Vasco del 25 de septiembre de 2016. En ella, este licenciado en Historia por la Universidad de Deusto, nacido en 1963, que de joven se afilió a Izquierda Unida, en 2011 fue activo coordinador de UPyD de Euskadi y que en 2013 dio el salto a Ciudadanos, fue el candidato a la presidencia de esta comunidad histórica, es decir, Nicolás de Miguel fue el aspirante a Lehendakari del País Vasco por la formación naranja. Achaca a la "la edad" su tránsito político que le ha llevado desde IU hasta Ciudadanos pasando por UPyD.
De IU a UPyD y tiro porque me toca a Ciudadanos
Este paso por la política autonómica terminó mal ya que ni él ni su formación consiguieron escaño y tampoco anteriormente logró éxitos en UPyD. Pero este periplo político le hizo a Nicolás de Miguel ganar enteros dentro del partido de Albert Rivera, al que conoció durante la campaña y que lo fichó para la cúpula del partido dentro del Consejo General de C´s, el máximo órgano político que fija las grandes líneas de actuación política.
Un bombero para pagar la crisis de Ciudadanos en Torremolinos
Hace más de un año, Nicolás de Miguel, decidió darle un nuevo ritmo a su vida, cambiar de domicilio, abandonar el País Vasco y venirse a vivir al Sur, concretamente a Torremolinos. Tras llegar a esta ciudad malagueña de las primeras cosas que hizo fue contactar con su partido en la localidad. Y llegó en un momento en el que el partido naranja, que obtuvo sorpresivamente cuatro concejales en las últimas elecciones municipales y que fue clave y llave para echar al autoritario alcalde del PP que llevaba más de 20 años en el sillón de primer edil, se encuentra literalmente hecho trizas, con un concejal expulsado y en el grupo de no adscritos, una fundadora y ex portavoz oficialista enfrentada a lo que queda de grupo, el portavoz crítico recién dimitido y el otro edil es un offsider cercano al PP y amortizado por distintas causas. Apenas sin rastro de lo que fue un numeroso, decisivo e influyente grupo municipal.
Ahora y de nuevo Nicolás de Miguel ha vuelto a la palestra política ya que este periódico ha podido averiguar que además de ayudar a su partido y a sus compañeros responsables orgánicos a nivel local a remontar la crisis interna en la que se encuentra desde hace mucho tiempo, “Kiko”, que es como lo conocen en su nueva vida torremolinense, podrá ser con “una probabilidad del 99,99%” el próximo candidato a la alcaldía de Torremolinos.
Experiencia en campañas no le falta y en tablas políticas tampoco. Dicen de él que es un tipo liberal, culto, abierto y que llega bien a la gente. Así las cosas quien un día fuera el candidato a sentarse en el sillón del Palacio de Ajuria Enea en Vitoria va a dar el salto para intentar presidir el modesto y pequeño edificio consistorial de la Plaza de Blas Infante de Torremolinos.
El hombre del aparato
Las posibilidades de que Nicolás de Miguel sea el candidato a la alcaldía de Torremolinos son enormes y las que puedan tener otros mínimas pues está bien relacionado con el aparato de Rivera y el propio líder nacional lo tiene en estima, él mismo pertenece al influyente Consejo Nacional, está muy bien considerado en el partido y el Grupo municipal de Ciudadanos Torremolinos está abierto en canal en una crisis tremenda susceptible de empeorar si ese verbo tiene espacio para conjugarse en la grave situación que vive.
¿Qué pudo ocurrir para que un donostiarra que quiso ser el presidente de una comunidad autónoma tan importante como la vasca, fría y húmeda, afronte ahora el reto de ser alcalde de un municipio cálido y mediterráneo y situado a 900 kilómetros de su tierra natal? Las mismas fuentes regionales de Ciudadanos consultadas nos informan de que se trata de una simple decisión personal y de un cambio de vida buscando el calor de su sol, las playas y el relax de esta ciudad costasoleña y huyendo tal vez del frío del norte y del poco “calor” que allí sus propuestas políticas reciben por la especial sociología electoral de su tierra natal. También se especula con que se haya diseñado una operación desde Madrid por la importancia y simbolismo de esta plaza municipal. Si no se ha diseñado, sí que Rivera está al tanto.
Discursos trufados de citas literarias
Nicolás de Miguel, el “lendakari naranja”, el “lendakari de Torroles” o “Nico” como algunos en la localidad costasoleña le llaman en clave humorística y cariñosa, es licenciado en Historia por la Universidad de Deusto, ha trabajado tanto en la empresa pública como en la privada y ha sido desde jefe de negociado a recolector de fruta y articulista. Le gusta articular discursos trufados de citas literarias.
Miembro de colectivos gays y europeísta
En su mochila lleva el ser o haber sido vicepresidente del Consejo Vasco del Movimiento europeo, Eurobask de 2011 a 2013), socio de Cruz Roja y de la asociación de gays y lesbianas del País Vasco (Gehitu). Ya ha mantenido aseveraciones en cuanto a su filosofía política y su aterrizaje andaluz: “Estamos en una tierra de gente progresista y tolerante. Desde Andalucía debemos trabajar duro para ser punteros en la igualdad y visibilidad del colectivo LGTBI y ser un ejemplo en España”. Una declaración de principios que no cuadra mucho con los principios del “tercer socio” en la Junta, Vox.
Este ex portavoz de Ciudadanos en el País Vasco tendrá que esperar ahora a que pase el proceso interno de primarias que su partido desarrollará en febrero para elegir candidatos municipales en capitales y para las europeas y autonómicas. Posteriormente llegará la hora de elegir candidato en Torremolinos y está claro que Nicolás de Miguel lleva casi todas las papeletas para ser el nuevo candidato de Ciudadanos que aspire a ocupar la lehendakaritza de Torremolinos.
El “Torroles Aguna”
Puede que si Nicolás de Miguel accede a la Corporación municipal con poder ejecutivo y teniendo en cuenta las multiculturales celebraciones que acoge Torremolinos desde la Hanuká judía, al Orgullo Gay pasando por la Oktoberfest germana o la Koninkrijksdag holandesa, puede tal vez que veamos celebrar en la plaza de La Nogalera el Torroles Aguna y que la plaza Costa de Sol, recientemente peatonalizada, luzca culturalmente repleta de bertsolaris, aurreskus, dantzaris junto al Nogal de Torremolinos en sustitución del simbólico Árbol de Guernica. Las cosas de tener un candidato lendakari naranja a la alcaldía.
