El actual director de la Dirección General de Tráfico, Gregorio Serrano, estaba en junio de 2016 “avergonzado, asqueado y cabreado” con la corrupción. Así lo manifestaba como “militante del PP” en la red social Twitter. Y de paso, atacaba a quien lo dudara: “Pues lo estamos, como todos vosotros”.

Entonces, Serrano no era sólo militante, sino que había sido teniente de alcalde de Sevilla junto a Juan Ignacio Zoido en su época de regidor. Ahora, esa estrecha amistad le ha llevado a agenciarse un piso de la Guardia Civil por orden del Ministerio del Interior que dirige Zoido.

Y no sólo, porque además de quedarse con uno de los “pabellones” de la Guardia Civil a los que, por ley, sólo deben tener acceso los miembros de la Benemérita, el Gobierno ha aprobado un gasto de 50.000 euros para reformar a todo lujo el piso.

El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político, Íñigo Errejón, ya se ha hecho eco de aquella indignación que sentía Serrano hace un año y que ahora parece haber aparcado para beneficiarse de una vivienda gratis.