La expresidenta madrileña, Cristina Cifuentes, que abandonó el cargo en 2018 por el escándalo del máster falso sumado al "acto involuntario" de las cremas, ha querido denunciar en redes la supuesta doble vara de los de Unidas Podemos sobre los ataques a políticos justo después de que Pablo Iglesias e Irene Montero abandonasen su lugar de vacaciones por el acoso de y el señalamiento público.

Lo hacía respondiendo al diputado madrileño del partido morado, Ramón Espinar. En una publicación en redes, Espinar señalaba las diferencias entre una protesta en una charla de un político, que "va en el sueldo", un escrache puntual, que "debe ser duro", y una "agresión" como la que han vivido el vicepresidente y la ministra de Igualdad frente a su casa durante meses y, ahora, también durante sus vacaciones. 

Cifuentes le respondía asegurando que ella vivió una situación similar durante meses y le preguntaba si eso "también va en el sueldo". Lo hacía para señalar lo que entiende como "hipocresía" de los miembros de Podemos respecto a las protestas contra políticos en su ámbito privado. Algo que ella asegura haber condenado "siempre"

Pero Espinar no ha sido el único objetivo con el que Cifuentes se ha querido enzarzar en esta polémica. La expresidenta también se ha enfrentado al ex de Podemos y líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, que también ponía el foco en la distinción entre "una protesta puntual que visibiliza una problemática social" de quien no tiene voz y el "acoso" y "persecución ideológica" a la que se ha sometido a la familia Montero-Iglesias. "Intolerable", le respondía la popular, preguntándose también si "¿acaso mis hijos son de peor condición que los de Pablo Iglesias e Irene Montero?".