“Veni, vidi, vici”, o si se prefiere: “Llegué, vi, vencí”. Estas palabras de Julio César pronunciadas ante el Senado patricio guardan un increíble paralelismo con lo sucedido este viernes en Ciudad Real, donde María Dolores Cospedal llegó en AVE (versión actual de la cuadriga romana) a las 16:02 horas, vio a su Consejo de Gobierno y “venció” a los farmacéuticos aplicándoles sanciones que pueden alcanzar los 15.000 euros. Y todo porque los bárbaros boticarios manchegos reclaman una deuda de 125 millones de euros, muchos miles de millones de sestercios, por seguir en clave cesárea.

De vacaciones desde el 1 de agosto
La pregunta que todos se hicieron el jueves: “¿Por qué Ciudad Real, para celebrar el Consejo de Gobierno, y no Toledo, sede oficial de la reunión?”, quedó despejada al ver bajar a Cospedal del AVE que, procedente de Málaga, entraba en la estación Central manchega a las 16:02 horas. Tres horas después (19:30), la presidenta de Castilla-La Mancha volvía a subirse al tren de alta velocidad de regreso a la malagueña estación María Zambrano (parece ser que en Marbella) donde desde el pasado día 1 de agosto disfruta de sus vacaciones.

Ni los sucesos ni las farmacias
Vacaciones que no ha interrumpido hasta este viernes (y solo durante tres horas), ni siquiera por el suceso del pasado 9 de agosto en el que murieron tres jóvenes en una atracción ferial en la localidad toledana de Villacañas, el más grave de este tipo ocurrido en España en los últimos treinta años. Tampoco suspendió su descanso malagueño cuando los farmacéuticos le solicitaron una entrevista, que Cospedal rechazó desde el principio y que condujo al cierre masivo de establecimientos el día 11.

Recibida con honores por los suyos
Todo ello no le ha impedido que su protagonismo narcisista, como critican fuentes socialistas consultadas por ELPLURAL.COM, llevara a los suyos a desplazar a una delegación hasta la estación del AVE de Ciudad Real, encabezada por el consejero portavoz, Leandro Esteban, para darle la bienvenida como si de una estadista de otro país se tratara. “Solo faltó una banda de música y un palio para recibir a la jefa” María Dolores Cospedal, agregan.

Un costoso capricho
Sea como sea, el caso es que el capricho de la presidenta de Castilla-La Mancha, “que tanto pregona el ahorro, pero para los demás”, señalan las mismas fuentes, supuso el desplazamiento desde Toledo, Madrid y otras zonas de vacaciones, de sus siete consejeros hasta Ciudad Real. Pero no solo eso, los titulares de estos departamentos llegaron acompañados de algunos de sus respectivos directores generales, viceconsejeros, jefes de prensa u otros asesores, que tuvieron que comer, y algunos dormir, en la capital manchega. A todo esto hay que sumar otra decena de conductores y sus respectivos vehículos oficiales (gasolina, dietas, kilometrajes…) encargados de transportar a la "corte" de Cospedal. Un gasto inevitable para celebrar una reunión de apenas una hora de duración. “Y a esto la presidenta le llama austeridad”, denuncian los socialistas.