En la actualidad, servicios como Telegram o WhatsApp se han convertido en una herramienta más en la vida de los partidos políticos. Tanto para captar votantes, como para comunicarse con los ya convencidos o para organizar la acción de sus militantes. En Ciudadanos han decidido ir más allá y controlar que el uso de estas aplicaciones siempre sea para hablar bien del partido y prohibir su uso para promover corrientes críticas.

En su reglamento de Organización, el partido señala a sus afiliados que no está permitida “la creación de corrientes de opinión que busquen denigrar la acción de los órganos de partido o de sus cargos tanto orgánicos como institucionales” en los canales de comunicación del partido. Una prohibición que se extiende al correo electrónico y a los servicios de mensajería instantánea de texto, audio o vídeo.

Los afiliados de Ciudadanos tienen que “respetar y cumplir” las normas sobre redes sociales y aplicaciones de mensajería que señala el reglamento, fechado en abril y cuyo contenido revela este lunes El Mundo. De lo contrario, las reglas recogen como motivo de expulsión la manifestación pública de “discrepancia grave con la ideología, principios, o fines del partido, realizada durante actos de propaganda, reuniones públicas o a través de cualquier medio que garantice la publicidad del hecho”.

Ciudadanos señala que dichas herramientas son para “informar y coordinar a los integrantes de los diferentes órganos, fomentando así la comunicación y coordinación de los miembros de cualquier órgano o grupo de trabajo interno del partido”. Y añade que “en ningún caso se podrán considerar o usar como grupos de debate”.

El partido de Albert Rivera siempre ha mostrado su rapidez para atajar los conatos de críticas. Como cuando expulsó a 30 miembros de Ciudadanos tras realizar críticas a cargos del partido en un grupo de Whatsapp. Y a un dirigente de Valencia se le abrió un expediente disciplinario por un comentario sarcástico también en esta aplicación.

De hecho, la Secretaría de Organización de Ciudadanos es el único órgano que puede denegar la solicitud de crear un grupo en Whatsapp, dado que sólo ella tiene la autoridad para crear chats en esta aplicación, bien sea por su propia iniciativa, o a propuesta de otro órgano o grupo de trabajo del partido. Hasta el punto de que la Secretaría de Organización decide si se suma o se elimina a un usuario de un grupo de Whatsapp.

Como mucho, puede que alguien reciba permiso de la Secretaría de Organización para moderar un grupo de Whatsapp, y esta persona tiene la obligación de restringir el acceso al grupo a cualquier usuario que, “habiendo sido previamente advertido, persista en el incumplimiento del reglamento”, así como avisar a Organización cuando se produzcan incumplimientos.